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Voto de Cinemaparadiso1951:
10
Drama Un hombre (Robert Redford) que se ha escapado de la cárcel vuelve a su pueblo, pero sus vecinos, gentes absolutamente degradadas, emprenden contra él una auténtica cacería como si se tratara de una diversión más. Sólo el sheriff (Marlon Brando), un hombre integro y cabal, tratará de evitar su linchamiento. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del llamado “realismo crítico” americano, el cine de Arthur Penn destaca por su brillantez formal y por la fuerza dramática que sabe imprimir a las historias que narra. Se trata de un artista fascinado por la violencia, que intenta detestarla, partiendo de la exposición realista del hecho violento, y contando siempre con la complicidad del espectador, que difícilmente permanece impasible ante lo que desfila por la pantalla.

LA JAURÍA HUMANA es, quizás, la obra más ambiciosa de su director, conectando con su inmediata posterior, la también excelente BONNIE Y CLYDE. Penn sitúa la acción en una pequeña ciudad del Estado de Texas, donde en apariencia reinan la respetabilidad y el orden entre sus gentes. Un elemento perturbador –la fuga de un presidiario—servirá para desenmascarar el falso orden, poniendo en evidencia las pasiones más viles, que se desatarán en una orgía nocturna de corrupción y violencia: desde la fiesta más desenfrenada para liberar toda clase de represiones, hasta la caza colectiva del hombre, montada ésta como un número más de la fiesta.

A partir de un comienzo inquietante que marca ya desde los primeros planos el tono duro del relato, el espectador va componiendo todo un fresco social, a través de una nutrida y variada galería de tipos. El retrato colectivo no es nada confortante. Frente a tanto cine americano triunfalista y rosáceo contemplado en décadas anteriores, LA JAURÍA HUMANA presenta la otra cara de América, denunciando las profundas contradicciones de una sociedad que se dice civilizada y que se alimenta de violencia y odio hasta en sus generaciones más jóvenes. Como común denominador, el dinero, dios todopoderoso que compra conciencias y estimula las reacciones más insospechadas.

Todo este mundo de corrupción, agravado por una serie de lacras sociales –envidias, racismo, explotación y degradación moral – acabará por desbordarse en un festival de violencia, que constituye el clímax de la narración, y que llegará a una situación de descontrol total en la última media hora del film. Incluso cuando, en las secuencias finales, creemos sentirnos ya liberados de toda la tensión acumulada, Arthur Penn nos reservará todavía el último golpe, con lo cual nuestra agresividad contenida terminará saliendo a la superficie.

Pese a ser un relato áspero y deprimente, LA JAURÍA HUMANA es un producto envuelto en una cuidadísima brillantez formal que refleja en todo momento la maestría de la realización. El inteligente y aprovechado uso del cinemascope, la soberbia fotografía en color, la meticulosa planificación y la inquietante música están al servicio de un denso guion de la prestigiosa Lilliam Hellman, redondeando una obra que conserva todo su atractivo venciendo al paso del tiempo. Hay que reseñar también que, por esta vez, el protagonismo de un Marlon Brando en su inmensa interpretación no eclipsó en absoluto a todo un reparto que hoy día sería irrepetible: Robert Redford, Jane Fonda, Angie Dickinson, Robert Duvall, etc. ¡Ahí queda!
Cinemaparadiso1951
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