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Voto de Cinemaparadiso1951:
10
Drama. Intriga Al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde, dama de compañía de una señora americana. De Winter y la joven se casan y se van a vivir a Inglaterra, a la mansión de Manderley, residencia habitual de Maxim. La nueva señora De Winter se da cuenta muy pronto de que todo allí está impregnado del recuerdo de Rebeca. (FILMAFFINITY)
23 de septiembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hitchcock comenzó en el cine en Inglaterra, su país natal, en los años 20, cuando las películas todavía eran mudas. Su entrada en Hollywood en 1940, para dirigir “Rebeca”, fue por la puerta grande. De la mano del todopoderoso productor David O. Selznick, que no paraba de saborear el descomunal éxito de “Lo que el viento se llevó”, estrenada un año antes, Hitchcock supo convertir un melodrama gótico que en principio no estaba pensado para él en una obra muy personal, cargada de misterio, que resultó ser muy distinta a lo que el productor se imaginaba.

Hitchcockiana cien por cien, a pesar de las apariencias, “Rebeca” podría definirse, en pocas palabras, como “la presencia de una ausencia”. Nunca un personaje ausente, por estar muerto desde el principio, ha condicionado tanto el desarrollo argumental de una película. No es por casualidad el interés del director de recrearse con su cámara en cada objeto (servilletas, manteles, sábanas, cuadros, llaves, escritura, vestido) que recuerda a la difunta esposa de Winter. De ahí la fascinación de esta obra que soporta muy bien el peso de los años.

Tampoco es casual que la chica de la película (una espléndida Joan Fontaine) no tenga nombre propio, porque para la siniestra ama de llaves, que adoraba de forma enfermiza a Rebeca, no es más que una impostora, una usurpadora que quiere enterrar el recuerdo de la primera señora.

En fin, ¿para qué contar más cosas? Ved la película y disfrutad, disfrutad, nada más.

Lo mejor.- La atmósfera que se respira desde el momento en que el elegante y señorial sr. de Winter (excelente Laurence Olivier) entra con su nueva esposa en el palacio de Manderley. La casa, con el recuerdo constante de Rebeca, es la auténtica protagonista del film.

Lo peor.- Nada en absoluto.

El momento.- Todo un ejército de criados saludando a la nueva esposa, y con el ama de llaves delante, imponiendo su tenebrosa presencia.

La secuencia.- Cuando el ama de llaves (uno de los grandes hallazgos de la película) incita a nuestra heroína al suicidio para que se dé cuenta de que está de sobra en esa casa.

La frase.- “Anoche soñé que volvía a Manderley”. Así comienza tanto la película como la novela en que se inspira.

La anécdota.- Palabras de Hitchcock: “Durante la quinta toma de “Rebeca” y en una dramática escena en la que la protagonista tenía que llorar, Joan Fontaine me aseguró que ella ya no podía llorar más, pues se le habían acabado las lágrimas. Cuando le pregunté qué podía hacer para que siguiese llorando, ella me contestó: “¡Como no me pegue usted…!”. Sin pensármelo dos veces, le propiné un fuerte bofetón y casi instantáneamente ella comenzó a sollozar”.

¿Sabías que la palabra castellana “rebeca” se inventó con motivo de esta película, porque era la prenda de abrigo que lleva la chica y que, por lo visto, no se usaba aún en España?

Premios.- Dos oscars: mejor película y mejor fotografía en blanco y negro.

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Cinemaparadiso1951
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