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España España · Madrid
Voto de JBlas:
9
Thriller. Acción. Drama Hace ocho años que Batman desapareció, dejando de ser un héroe para convertirse en un fugitivo. Al asumir la culpa por la muerte del fiscal del distrito Harvey Dent, el Caballero Oscuro decidió sacrificarlo todo por lo que consideraba, al igual que el Comisario Gordon, un bien mayor. La mentira funciona durante un tiempo, ya que la actividad criminal de la ciudad de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent. Pero todo cambia con ... [+]
27 de agosto de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El complicado trabajo de fabricación de una película como esta es un proceso profundamente intelectual a través del cual el autor trata de llegar al corazón del espectador. No me refiero aquí al corazón como órgano sensible a historias sensibleras sino como músculo poderoso y flexible preparado para soportar todo tipo de embestidas. Aunque en principio no parece un proceso coherente -puesto que más lógico sería establecer comunicación de corazón a corazón- Christopher Nolan realiza este viaje intelectual partiendo de un guión que no nos presenta demasiadas sorpresas, acercándose en ocasiones demasiado al tópico y dejando entrever alguna laguna temática y sin embargo logra atrapar al espectador obligándole a permanecer inmóvil y sin pestañear en la butaca del cine durante las más de dos horas y media de duración de la película y ¡ay amiguicos! cuando este milagro se consigue de manera tan rotunda cualquier análisis posterior me parece absolutamente innecesario.
Si tuviera agallas tendría que terminar así -aquí y ahora- esta entrada, pero permitidme que continúe con el “análisis”, no por pertinente sino por puro hedonismo –confío en que la escritura de este post me haga recuperar una parte del placer que experimenté viendo la película-.
“El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace” es uno de esos escasos thrillers monumentales que, a través de una utilización maestra de diferentes herramientas cinematográficas, supera con creces el tema que aborda y nos hace recuperar la fe en un cine comercial de enorme calidad y trascendencia. Una de esas herramientas cinematográficas es su brutalísima banda sonora, que funciona como un perfecto sistema nervioso de la película transmitiendo los estímulos necesarios en los momentos adecuados.
Me declaro fan incondicional de un Christopher Nolan que entre otras cosas, consigue que maraville una película a la que es fácil encontrarle inconvenientes. Por apuntar solo uno de ellos os diré que el nuevo malvado interpretado por Tom Hardy se queda a años luz –porque no se me ocurre una unidad de medida mayor- de hacernos olvidar al ya mítico Jocker de Heath Ledger, aquí debemos hacer un respetuoso minuto de silencio.
Que este minuto no me haga olvidar un comentario a favor de otro de los personajes clásicos de la saga, una Catwoman que consigue despertar mi simpatía por una Anne Hathaway que, digámoslo así, no siempre despierta mi sonrisa.
Nolan rueda espectaculares secuencias de acción sin abuso de nuevas tecnologías ni técnicas 3D, que restan verosimilitud al resultado final y parece preocupado en conseguir resultados los más “realistas” posibles. Es necesario el entrecomillado de “realistas” porque no podemos olvidar que estamos hablando de una super-producción de Hollywood con todos los medios necesarios e imaginados. Tratar de conseguir que una película de Batman (un millonario que decide disfrazarse de murciélago y salir a detener a los malvados) tenga un aspecto “realista” es cuanto menos, osado y aquí estamos muy a favor de los cineastas osados.
Como decía, sin perder de vista el tipo de película del que estamos hablando –no es una de Jaime Rosales- podemos hablar de una realización ajustada, nada barroca e incluso sobria y contenida, que va aumentando poco a poco en intensidad sin llegar en ningún momento a explotar. Parece ser que a Nolan no le interesan tanto los fuegos de artificio como la profundidad moral que solo el realismo puede transmitirnos, de hecho me atrevería a decir que a Christopher Nolan no le interesa demasiado Batman sino más bien todo lo que hay a su alrededor; luchas de poder, compromiso, dignidad, ética y épica.
A priori, no parece lo más adecuado que a un director no le interese demasiado el personaje protagonista de su película pero quizás es que Batman, con su trajecito, su máscara, sus vehículos y sus gadgets, no es más que una faceta del verdadero protagonista del film; “El Caballero Oscuro” (por algo el nombre de Batman no aparece en el título de la película).
JBlas
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