Irregular aunque interesante colección de diversos puntos de vista de todos estos directores; cada cual aportando su particular visión de la violencia, el dolor...y, sobre todo, la ausencia, palabra que resume el magnífico trabajo de Sean Penn, una joya de 11 minutos que vale su peso en oro, precioso corto que debería añadirse a cualquier resumen de los mejores cortometrajes de la historia del cine.