Que se puede decir de esta comedia, clasica hasta la médula. Tiene todo lo que se puede esperar en el cine. Buen guión, mejor realización y unas actuaciones de las de quitarse el sombrero. Gary Grant está fantástico en el papel de enamorado que pretende recuperar a su exmujer. Katharine Hepburn, qué gran actriz, borda ese papel de niña rica que pierde el control bajo los efectos del alcohol sin ella saberlo, James Stewart, como reportero al que no le importaría ascender en la escala social pero que aún conserva un ápice de ética profesional y personal, y Ruth Hussey, reportera enamorada secretamente de su compañero Stewart, pero sin demostrarlo nunca.
La trama, además de inteligente, está muy bien resuelta y no resulta para nada empalagosa. Es una película que aunque la veas muchas veces, que aunque sepas lo que va a ocurrir, lo disfrutas como si fuera la primera vez que se ve.