No se si será por mi condición de Argentino, una suerte de curiosa mixtura entre Español e Italiano (a pesar de la ausencia de antepasados de éste último origen), pero lo cierto es que las vistas Italianas siempre han conseguido provocarme una identificación tal que en varias oportunidades me he sentido tomado y transportado por la historia al punto de quedar para siempre garbada por ejemplo la última media hora de Cinema Paradiso; una de las pocas veces que lloré en serio en un cine.
Hago ésta introducción simplemente para aclarar que quizás sea demasiado generoso en la puntuación; por escucharla en italiano; por sentirme tan cercano -casi como de la familia- a los personajes de la historia.
La recomiendo fervorosamente; sólo con la advertencia de prepararse para su longitud; ya que de otra manera la primer hora, hora y media resultará dispersa y demasiado abierta para la costumbre de un cine de duración convencional.
Agradezco a los críticos precedentes, que me permitieron "seguir" con Nicola, Matteo y compañía un rato mas...