Mucho tiempo llevaba perdido y olvidado Kevin Smith, tras unos inicios más que prometedores, su carrera sufrió un terrible bajón del que pocos pensaban que pudiera recuperarse.

Red State es un puñetazo en la mesa, un grito de rabia vigoroso, un film valiente y polémico que pone de actualidad una realidad preocupante en EE.UU, la del fanatismo religioso - impagable Michael Parks -, y lo hace sin abandonar del todo la comedia, género que siempre ha sido seña de identidad de su director,en este caso su contenido es más satírico que cómico, lo que a mi modo de ver, le confiere más valor al resultado final.

Queda claro que Smith se mueve mejor en presupuestos ajustados, sus orígenes lo demuestran, volver a ellos ha sido el movimiento más inteligente que haya podido hacer para que volvamos a prestarle atención, ahora que se ha reinventado, esperemos que no se abandone de nuevo.

Señalar por último que es la reciente ganadora del festival de Sitges a mejor película y mejor actor.