Adaptación de una novela de Edna Ferber por parte de Anthony Mann, quien plasma en pantalla con magnificencia y su habitual prestancia este western sobre colonos pioneros y su desarrollo vital, tocando aspectos sentimentales y profesionales.
La película guarda evidentes similitudes con "La Conquista Del Oeste" (1962), joya épica del western estrenada dos años después.

Glenn Ford está sensacional como abogado aventurero en busca de cumplir sus sueños junto a Maria Schell, quien se opone a los deseos de su madre y termina marchándose con su pareja a intentar trabajar la tierra en un remoto terreno. Finalmente se ocuparán como periodistas.

Ford se convierte en un defensor de las causas justas, se alza contra el racismo implicándose en la lucha por los derechos de los indios, se manifiesta contra los malhechores del lugar, procura encarrilar la existencia de un joven descarriado interpretado por Russ Tamblyn, pelea contra los nuevos magnates del petróleo, y se muestra honesto en situaciones de responsabilidad política.

Mann narra con pulso firme y sentido épico esta notable película con esplendorosas localizaciones, alguna inolvidable secuencia como la que ilustra la espectacular carrera por la posesión de las tierras de Oklahoma, momentos de tensa violencia, y unas memorables actuaciones de Glenn Ford y Maria Schell como protagonistas de una relación matrimonial inmersa en diversas e intensas emociones.