No soy gran fan de las historias de amor. Si, les reconozco el mérito de no hacer un "Diario de Noa" (que funciona más o menos bien a pesar de coger absolutamente todos los típicos del género) y tratar de salirse un poco de lo típico, pero no son películas que a mí personalmente me entusiasmen. "Call Me By Your Name" desde luego es atípica, pero también es bonita, algo que no se puede negar.

En verano de 1983, Elio (Timothée Chalamet) es un joven de 17 años que vive con sus padres. Su padre (Michael Suthlbarg), arqueologo, invita a un joven graduado estadounidense, Oliver (Armie Hammer), a pasar el verano con ellos estudiando hallazgos arqueologicos. Elio comenzará poco a poco a sentir atracción a Oliver, aunque no siente que su amor sea correspondido.

Si piensas que "Call Me by Your Name" no te va a gustar por el hecho de no poder sentirte identificado, te diré que te equivocas. Porque sí, la historia de amor que ocupa el puesto central de la trama es lo de menos. No es tanto una película del amor LGBT, sino más bien una película sobre el amor juvenil. Cuando todavía estamos descubriendo nuestro cuerpo, las hormonas están por las nubes y encontramos el amor. Y ahí da igual tu género, tu sexo y tu orientación sexual.

Sin embargo, también es cierto que pese a la gran actuación de Timothée Chalamet, no termino de conectar del todo. Y no es por cuestión de que yo no pertenezca al colectivo LGBT, sino que estamos hablando de una relación que roza lo ilegal, dónde Armie Hammer más que 24 aparenta estar en sus 30 y algo. Sinceramente, para lo que quiere contar no habría visto ningún problema en que se hubiesen alterado un poquito las edades de los dos protagonistas. Es un aspecto pequeño, pero es algo que hace que no me termine de creer lo que me estoy viendo.

A pesar de este pequeño detalle, la película si cuenta con una buena fotografía, un gran guion y unos minutos finales espectaculares, asi que al final me veo en la obligación de considera a "Call Me By Your Name" una buena película con la que se puede conectar con relativa facilidad y que no deja indistinto a nadie.