De la trilogía de Los padres de ella, la segunda entrega era la única que tenía algo olvidada porque es la que menos he visto de todas, y no por no gustarme, sino por no coincidir cuando la han echado en televisión. Una vez aclarado esto, diré que esta es una secuela que resulta divertida, ya que contiene buenas dosis de humor y una trama que sin ser ninguna maravilla es muy convincente. Si en la primera parte conocimos a los padres de Pam, Jack y Dina Byrnes, aquí conocemos a los padres de Greg, Bernard y Rozalin Focker, los cuales son interpretados por unos geniales e hilarantes Dustin Hoffman y Barbra Streisand. Ambos tienen mucho protagonismo y encajan en sus personajes de una forma perfecta. 2 familias tan distintas se juntan para ofrecer casi 2 horas de gags y risas. De Niro vuelve a encarnar a ese suegro tan complicado y exigente. Desde luego el pobre Greg tiene el cielo más que ganado, de eso no hay duda. Luego está el bebé, que también protagoniza varios momentos desternillantes. Lo que pasa es que la película del 2000 dejó el listón tan alto que esta secuela no se le acerca, y aún así es buena, todo sea dicho.