Hay personas que dicen que siempre es mejor saber que no saber. Sin embargo, otras opinan que la felicidad está en la ignorancia, ya que a veces lo ideal es el desconocimiento más absoluto. Como se suele decir, para gustos, los colores. En este caso, nos encontramos con un reputado crítico de teatro recién casado que antes de irse a su luna de miel descubre un curioso e impactante secreto de sus queridas y generosas tías. Mortimer Brewster se mete en una movida de mil demonios cuando en la casa de sus "adorables" tías se lía la mundial con las constantes visitas inoportunas de gente que no sabe donde se está metiendo. Cary Grant está fabuloso al interpretar a un tipo que literalmente no para durante toda la película. Empieza muy tranquilo, pero en cuanto se da cuenta de lo que está pasando, su tranquilidad se esfuma y todo se pone patas arriba. Por eso considero que hay que quedarse con el cambio que supone el hecho de enterarse de algo complicado. Así que yo, al menos, sí soy de aquellos que piensan que la verdad en ocasiones no es la solución y que, desde luego, existen las mentiras piadosas.