Una película que, sin llegar a ser una gran producción, cumple notablemente con su contenido, lo cual es un guion de lo más original que está lleno de emoción, aventuras y amor verdadero.
La historia es la típica que nos han leído nuestros padres o abuelos para entretenernos antes de irnos a dormir cuando éramos unos críos. Con unos personajes inolvidables y muy bien interpretados, el film resulta enormemente entretenido. Además, se trata de una cinta muy romántica que, por suerte, nunca llega a ser empalagosa.
Cary Elwes encaja muy bien en su papel al igual que Robin Wright. Entre ambos hay una química tan buena que hace que juntos sean una pareja de cuento (y nunca mejor dicho).
La banda sonora es perfecta, pues transmite en cada escena lo que el espectador está viendo en pantalla.
André the Giant, demuestra que es un actor muy convincente pese a su apariencia. Su personaje es un gigante simpático que no posee maldad alguna. Mandy Patinkin hace el clásico papel del hijo que busca vengar a su padre a toda costa.