Piensas en que la estabilidad es lo mejor para ti (auto-engaño), piensas en tu familia, en tus hijos, en el salario mínimo para llevar una vida medio digna que te ganas como profesor de alumnos a los que aburres porque no sientes que debas estar en ese aula......y pasan los días y las noches....haces horas extra en otros trabajos, mantienes a flote tu pequeña existencia, piensas que al final del día te reconfortará saber que haces lo correcto...... ¿o no?

Te despiertas tosiendo, te mareas, pierdes el equilibrio.
Vas al médico (solo).
Tienes cáncer. (Tu mente está vacía de pensamientos).
Horas después te preguntas ¿Yo?, ¿Por qué?.

Hasta aquí algo totalmente normal, mundano, casi cotidiano y familiar para muchos de los que leen esto. Pero este cáncer es lo que le hizo falta a Walter, para revivir.

Se habla en casi todas las críticas de moralidad, y es porque es el argumento vehicular de toda la serie:

- ¿Hasta donde un cáncer puede justificar ciertos actos?
- ¿El objetivo de lo que hago merece la pena tantos sacrificios (familiares, sociales, penales, MORALES)?
- ¿Cuándo he terminado con lo que "debo" hacer y he comenzado con lo que "quiero hacer"?
- Pero.....¿Cómo he llegado hasta aquí?.
- ¿Quién soy y en que me he convertido.........?

Microcosmos que encierra miles de respuestas, toca con atino cuestiones tan terrenales que en alguno u otro momento te verás aludido.

Atención especial al plano psicológico de los personajes que se plantea de manera brillante.
El ritmo se apodera de la serie que va de la mano de los personajes con interpretaciones electrizantes, narrativa vertiginosa, secuencias tragicómicas que erizan el vello.
(Trabajo redondo)

Atención especial y por si no os habíais enterado:
Tour de force de Bryan Cranston que se mimetiza con el personaje hasta alzar a los altares de mejor serie dramática de cuantos se hayan hecho.