Este uno de los films mas raros, que escapa a cualquier género y que evita cuánto clisé haya en materia de cine romántico. Es una bella historia contada sin golpes bajos y con un intenso vuelo poético que la diferente a todas las demás historias de amor.
Cuando es obligada a casarse, una mujer muda cuya única pasión es tocar el piano, debe verse forzada a convivir con alguien a quien no ama. Pero cuando aparece otro hombre con el que mantendrá una sigular relación amorosa, todo cambiará.
Apoyada de una magnífica dirección de Jane Campion, en su mejor film sin dudas y con una banda sonora espectacular, el film llega por su inhabitual modo, es una rara avis del cine llena de momentos extraordinarios ( la primera y la última escena del piano en la playa son sublimes), que demuestran las partes del universo de su directora.
Excelente el guión, también de Campion y las actuaciones de la fabulosa Holly Hunter, que hace que su papel sea inolvidable, del excelnte Harvey Keitel y la maravillosa Anna Paquin, quién se roba cada escena en la que aparece.
Distinto pero sin dudas subyugante film que demuestra el talento de una directora y guionista con un universo propio.