Pues sí, hay un momento en esta pseudograciosa pseudograstronómica y pseudodivertida comedia en la que uno de los protagonistas (John Leguizamo) se dirige a un grupo de hispanos pidiéndoles que les ayuden a limpiar el camión-restaurante "o llamamos a inmigración". Un chiste gracioso. Un chiste dicho por un hispano a otros hispanos. Y así es esta película familiar, burguesa (dinero, dinero y dinero, aunque lo ganen los niños) y muy práctica: te enseña todo lo que no debe hacerse en una comedia de verdad. Y, por el mismo precio, descubres que los bocadillos de pan blandengue con mucha mayonesa, mantequilla, grasa y algo de picante, oye, pues son lo mejor de lo mejor de la cocina internacional. Qué cosas.