- Decepción porque la peli pretende ser feminista con una nueva agente 007 que, oye, triunfa gracias a las pistas que le da el machirulo y que devuelve el nombre 007 no sea que él se ofenda.
- Decepción porque a veces parece una peli mala de acción, con todos los malos apareciendo en pasillos, puertas y ventanas y siendo aniquilados por los agentes británicos como si fuese un videojuego.
- Decepción por sus tonterías de guion: esa chica que es capturada porque sí, porque James Bond la ha perdido de vista un momento en el bosque, esa niña que escapa de su captor porque él se enfada porque le muerde un dedo ¡¡!!, ese supermalo que está encerrado en una prisión de superseguridad pero que termina hablando cara a cara con el agente, sin siquiera un cristalín de separación. Ese jeep del agente manipulado para que no arranque pero solo por la otra agente, los malos no pueden poner una bomba, por ejemplo. Y hay muchas tonterías más.
- Decepción porque la nueva peli de James Bond se une a todas las pelis Brexit de estos últimos años. Gran Bretaña bombardea una isla en otro país porque sí, por sus santos c... . Viva Inglaterra.