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Voto de Juan Roures:
6
Thriller. Acción. Comedia Un veterano agente secreto inglés (Colin Firth) debe entrenar a un joven sin refinar (Taron Egerton), pero que promete convertirse en un competitivo agente gracias a un ultra-programa de entrenamiento, al mismo tiempo que una amenaza global emerge procedente de un genio retorcido. Adaptación del cómic de Mark Millar y Dave Gibbons. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2015
14 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Matthew Vaughn es experto en combinar acción, fantasía y humor. Así lo prueban 'Stardust' (2007) y y 'Kick-Ass' (2010). Tras 'X-Men: primera generación' (2011), su nueva película es un thriller cómico de espionaje repleto de divertidos gags y elaboradas escenas de acción, de modo que el espectador lo tiene imposible para aburrirse pese a lo absurdo del guion.

El joven Taron Egerton se estrena en el cine con esta cinta y lo hace a lo grande, con una mezcla de frescura y carisma que le aseguran una buena carrera cinematográfica, al menos durante los próximos años. Sus compañeros de reparto son de auténtico lujo: un siempre elegante Colin Firth, un cómico Samuel L. Jackson, Mark Hamill (quien nos prepara para el shock que supondrá verle como Luke Skywalker de nuevo) y los ya habituales en este tipo de cintas (en papeles similares), Michael Caine y Mark Strong.

La película lo tiene todo para entretener, pero se excede en cuanto a la vulgaridad del humor y la estridencia de la violencia. No obstante, ambos elementos serían perdonados de no ser por los claros síntomas machistas y racistas que presenta. ¿Dónde está el racismo?, se preguntarán algunos... Bueno, resulta bastante molesto que los dos villanos sean una afroamericano y una argelina, que contrastan con todo el equipo de blancos puros salvadores, ¿no creéis? Sobre el machismo: sí, hay una chica entre los candidatos a próximo 'Kingsman', pero, ¿os habéis fijado en que sólo pasa las pruebas apoyada constantemente por el héroe masculino? Por sí sola hace poco (aunque más que la primera eliminada...). También la madre del protagonista actúa como un alma perdida que ha desperdiciado la vida desde que perdió a su marido: por sí sola, es inútil y estúpida. Pero peor que cualquiera de las dos es la princesa danesa, ridiculizada hasta más no poder y convertida en un objeto sexual fruto de chistes vulgares.

En definitiva, 'Kingsman' da lo que promete y es, en última instancia, una buena película considerando los elementos de que dispone. No obstante, resulta una pena que su excelente ritmo, imaginación narrativa y divertida presentación se vean lastrados por los elementos mencionados. Repito: la violencia y la vulgaridad se perdonan. El racismo y el machismo no.

Juan Roures # La estación del fotograma perdido
Juan Roures
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