Una película que a nadie le pasará desapercibida. No solo la historia es extraña e intrigante, toda la cinta se desarrolla en un clima sutilmente tenso y con un suspenso tenue pero siempre presente. Las escenas largas en que los personajes hablan con ritmo lento y con frases espontáneas y casi incoherentes suman a esa atmósfera kafkiana en la que las situaciones más inquietantes y surrealistas pueden suceder. Esto hace que la lentitud y el tiempo que se toma para narrar los hecho no tenga el menor desperdicio, además de que el retorcido humor y el incómodo erotismo de algunos momentos es tan repulsivo como efectivo. Lo negativo está en el final demasiado abrupto que deja la sensación de que el director no supo cómo terminarla, aunque realmente no hubiera podido inventarse un final que resolviera el absurdo y bizarro viaje que esta película intenta contar. Muy recomendable con reservas.