Una película atrapante de principio a fin. Desde la primea escena engancha por su dinamismo, y seduce por el encanto de Catherine Zeta-Jones quien explota al máximo sus cualidades escénicas, es definitivamente el personaje con más matices dramáticos, más expresividad y mejores números musicales. La realización en general es excelente aunque quizá se antoja que un poco más de grandeza en el escenario durante las escenas teatrales le hubiera dado una mejor experiencia visual. Algunas canciones no son lo suficientemente pegajosas y encantadoras como para generar un disfrute pleno de toda la cinta, especialmente para quienes no gustan tanto de los musicales. Siendo que hay poco dramatismo en las escenas "serias" y el poco que hay no tiene mucha intensidad, se podría haber ahorrado algo de tiempo dando mayor tono humorístico y agilidad para hacerla más llevadera.

Quizá el estilo de la narrativa a través de números musicales totalmente teatrales combinadas con secuencias de cine convencional, narrando además una historia que bien puede ser fascinantemente descabellada o tremendamente absurda, pueda extrañar o no convencer a muchos, quienes no gusten de los musicales podrían abstenerse, pero no deja de ser una película altamente recomendable para cualquiera.