Excelente película en la que un viejo profesor, debido a una enfermedad, ha de abandonar el colegio y cambiar su vida.
Este pobre hombre, que lleva años prácticamente muerto por dentro, ha de afrontar el "amable" ninguneo por parte de sus alumnos, de sus compañeros de claustro, de su director, de sus vecinos y de su esposa (aún menos amable).
Tampoco le sorprende demasiado este ninguneo, él mismo es consciente de que lleva años transmitiendo desidia a sus alumnos en lugar de conocimientos.
Pero un gesto amable y sincero de uno de ellos, hace que se le remuevan emociones por dentro, lo cuál le saca de su zona de comfort, que era precisamente estar muerto por dentro.

Puede que por ser cine antiguo mucha gente piense que no va a ser interesante o cautivadora. Error.
Es efectivamente como el buen teatro, personajes que entran y salen de escena con diálogos que NUNCA son de relleno. Cada frase, cada palabra, es un ladrillo más para construir y hacer avanzar una trama, quizás simple, pero muy emotiva y humana.
Es imposible no sentir compasión por este viejo profesor.

Recomendable verla en versión original, aunque sea con subtítulos si hace falta.
No solo por disfrutar del delicioso acento británico de los personajes, sobre todo el que representa Michael Redgrave.
Es que además resulta que la calidad técnica (no la actoral) del doblaje al español es paupérrima. Por mucho que subas el volumen, la voces parecen estar cada vez más lejanas y el sonido ambiental es inexistente.
Al menos así ocurre en la versión de Prime Video, aunque dudo que exista otra versión con mejor calidad de sonido.