El estilo visual de la película, como siempre en Antonioni, es formidable. Dan ganas de mucho, mucho más. Pero pareciera que el autor aquí no tiene nada qué contar. O no quiere contar. O no sabe contar. (Claro está, esto es un bobada, cuando del autor de películas enormes como "La notte" se trata). Pero en este caso no hay más que mero style, igual que las modelos/bitches que tan cansado lo tienen al protagonista. O como el match de los payasos que nos hacen ver pelotas donde no las hay. Blow-up: un ícono de los años sesenta que no pasa de ser un soberbio ejercicio de estilo. O tal vez un ejercicio de estilo soberbio... que puede terminar mal, como lo prueba el fatal corto "The Dangerous Thread of Things".