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España España · Zaragoza
Voto de Caligari58:
10
Terror Año 1838. En la ciudad de Wisborg viven felices el joven Hutter y su mujer Ellen, hasta que el oscuro agente inmobiliario Knock decide enviar a Hutter a Transilvania para cerrar un negocio con el conde Orlok. Se trata de la venta de una finca de Wisborg, que linda con la casa de Hutter. Durante el largo viaje, Hutter pernocta en una posada, donde ojea un viejo tratado sobre vampiros que encuentra en su habitación. Una vez en el ... [+]
15 de abril de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tan importante como la parte de terror de esta película (que corre a cargo del horripilante Nosferatu encarnado por Max Schreck y, en menor medida, de su acólito Knock) es el lado romántico de la misma, representado por los temores y visiones de Ellen simultáneos con los peligros reales que vive su esposo Hutter. Estas imágenes en la terraza y la escena de la playa plagada de cruces (¿por qué?) son inolvidablemente bellas.
La película opone constantemente lo idílico y lo ingenuo a lo terrorífico. Las explicaciones del doctor Bulwer (que, en principio, parecen un poco fuera de lugar) dan a entender que el vampirismo existe en la naturaleza (es decir, que la amenaza de Nosferatu podría ser más real de lo que parece).
Murnau recurre en contadas ocasiones al travelling (para sugerir parte del viaje de Hutter sin tener que mostrarlo, por ejemplo), hace un uso brillante del arco apuntado, que se adapta perfectamente a la anatomía del vampiro y que siempre indica peligro, frente al de medio punto, que sugiere armonía y tranquilidad. Extraordinarias todas las escenas de sombras, siempre de Nosferatu, que son casi más siniestras que el propio vampiro. El paisaje y los animales (sobre todo, caballos) son un contrapunto a los agobiantes interiores.
Max Schreck parece insuperable como Nosferatu. Granach está muy bien como Knock, con esa mezcla de maldad y locura. Wangenheim da muy bien la imagen del un poco tontorrón Hutter, aunque quizás sea demasiado gesticulante en algunos momentos. Schröeder está magnífica como la siempre inquieta e hipersensible Ellen, expresando el mundo interior de su personaje a la manera expresionista.
La música está basada en composiciones clásicas de corte romántico y el momento más conocido es una paráfrasis de "Un ballo in maschera" de Verdi.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Caligari58
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