Hay películas que cuando muestran los títulos de crédito alegran al espectador: están bien pero ya va uno más que servido. Es un drama social bien interpretado, sin profundidad en los personajes, situaciones duras pero no dantescas, una realidad a mostrar que preocupa pero no conmueve y un hilo argumental pobre y lineal plano sin principio ni final. Vincent Cassel y Reda Kateb me gustan y ni aún así me engancharon sus personajes. En fin, un éxito en Francia, me imagino que haya que ser más francés que yo.