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España España · palma
Voto de janto:
5
Aventuras. Drama Arturo (Clive Owen) está deseando abandonar Bretaña para regresar a la paz y estabilidad de Roma. Pero antes, una última misión le hace comprender tanto a él como a los caballeros de la Mesa Redonda (Lancelot, Galahad, Bors,Tristán y Gawain) que, tras la caída de Roma (476 d.C.), lo que Bretaña necesita es un rey que la defienda de la amenaza de la invasión sajona y los guíe hacia un tiempo nuevo. Guiado por Merlín y por la valiente y ... [+]
27 de noviembre de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La leyenda artúrica, popularizada por Chretien de Troyes, Thomas De Malory y Wolfgang Von Schenbach entre otros, ha tenido variada fortuna en sus adaptaciones cinematógráficas. Desde "Los caballeros de la tabla redonda" interpretada por Robert Taylor hasta la magnífica "Excalibur" de John Boorman, pasando por apuestas interesantes como el "Lancelot Du Lac" de Bresson o bodrios impresentables como "El último caballero" y parodias descacharrantes como la versión de los Monthy Pytton, Arturo, Merlín, Ginebra y Lancelot han representado sus aventuras, desgracias y adulterios en las salas de cine muchas veces.
"El rey Arturo" de Antoine Fuqua es la última muestra de que ese variopinto material mediaval sigue interesando a la industria y al público. La novedad de esta versión reside en el pretendido transfondo histórico que se le ha dado. No entraré a valorar la versomilitud o no de esta propuesta, aunque no deja de prsentar dos riesgos. El primero , en cuanto al purismo con que algunos valorarán la película (no se trata de género histórico, sino mítico); la otra, que pueden provocar un rechazo porque la nueva adaptación sea menos atrayente que la consagrada por los textos literarios.
A partir de aquí, la crítica propiamente dicha. "El rey Arturo" tiene suficientes atractivos para conseguir un cómodo aprobado. La reconstrucción de la Britania romana es verosímil, con esa muralla de Adriano que pronto no habrá de contener a las huestes sajonas que llegan del Norte. El vestuario y el diseño de producción son notables. Más discutible es la caracterización de los pictos y el manejo que hacen de las máquinas de guerra romanas. La acción no es excesiva, desmesurada , y los personajes no aparecen como héroes sobrehumanos. La fotografía es sugerente y el director aúna una ténue belleza estética con un sentido épico que se nutre, a pesar de la aparente recreación histórica, de la fuerza mítica de los antiguos relatos.
En el aspecto negativo, resaltar un casting fallido, donde, incluso Clive Owen carece del relieve necesario para otorgar el vigor y el carismo a su personaje de Arturo; un guión irregular, con grandes momentos como la batalla sobre el lago helado con otros más tópicos e innecesarios. La nueva forma que reviste Ginebra tampoco es convincente y la pasión de Lancelot no se sabe muy bien a quién va dirigida, a ésta o al propio Arturo.
La película, para concluir, es un pasatiempo digno, al que quizá le falte un mayor sentido del humor ( aunque tiene una magnífica escena en ese sentido cuando los monjes católicos son emparedados una y otra vez por romanos y sajones, pues despiertan el desprecio de todos), y una mejor caracterización de los personajes.
janto
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