Que las plumas profesionales se atrevan a comparar esto con Star Wars tiene delito, pero se puede llegar a comprender ya que las productoras suelen tener a alguna en nómina. Lo que es incomprensible es que haya tanta buena crítica de este pestiño en esta página, por la que suelo dejarme guiar a la hora de elegír que película he de ver.
Comparar este telefilm de bajo presupuesto con una película mítica como Star Wars, es como decir que Robert de Niro y Steven Seagal tienen los mismos registros interpretativos. Resumiendo: este episodio piloto, episodio final o telefilm tiene una realización torpe con abuso del primer plano y de los movimientos mareantes de cámara, diálogos estilo Pocholo en plena resaca, efectos especiales solo aptos para cinexín, interpretaciones de la escuela mi cara es de mármol y somníferos altibajos en el ritmo.
Ni es ciencia-ficción, ni es western: de hecho, ni siquiera es una pelicula. A menos que hayan dos "Serenity" y yo haya visto la más mala.