¿Quién nos iba a decir hace ya un buen puñado de años cuando veíamos Yo Claudio, la cultísima adaptación a la T.V. de la obra de Robert Graves, que en el futuro existiría una serie de romanos en la que en cada frase, tres de cinco palabras son un taco de los gordos?.

¿Quién nos iba a decir cuando los sábados por la tarde asistíamos a la proyección del Espartaco de Kubrick, que unos años después habría una serie en televisión sobre ese mismo personaje, y que veríamos la violencia entre gladiadores de la manera mas real, sangrienta y salvaje que uno pueda imaginar... decapitaciones... castraciones... sangre, sangre y mucha mas sangre?.

¿Quién nos iba a decir cuando mirábamos a escondidas el sobado VHS del Calígula de Tinto Brass que pronto habría algo casi igual de fuerte en la tele, orgías incluidas?.

¿Quién nos iba a decir que veríamos por fin a Xena la princesa guerrera -Lucy Lawless-, mito sexual de miles de adolescentes, fornicar como una posesa y descubrirse las domingas?.

Pues si nos lo hubieran dicho, probablemente no lo habríamos creído, pero hubiésemos tenido muchísimas ganas de verlo. Y ahora, gracias a Rob Tapert, Sam Raimi y su pandilla, ya es posible. Gracias, gracias, gracias.