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España España · Sevilla
Voto de ferperavi:
6
Drama. Aventuras Basada en la historia real de Aron Ralston, un intrépido montañero y escalador norteamericano que se hizo famoso porque en mayo de 2003, durante una escalada por los nada transitados cañones de Utah, sufrió una caída y quedó atrapado dentro de una profunda grieta. Tras varios días inmovilizado e incapaz de encontrar una solución alternativa, tuvo que tomar una dramática decisión. (FILMAFFINITY)
3 de febrero de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si no supiera que es real, yo jamás me habría creído esta historia. 127 horas es, ante todo, un canto a la vida, a las ganas de vivir de un tipo que queda atrapado en una roca y que hace todo lo posible, absolutamente todo, por seguir vivo. Y es en este mensaje, que se refuerza continuamente con la música, la planificación y el montaje, donde radica la fuerza de la película.

Bueno, ahí, y en el papelón de James Franco, claro, que sostiene la película sin sobreactuar y manteniendo siempre un nivel altísimo. El tipo está realmente bien y protagoniza una de las escenas más sobrecogedoras que se han podido ver en el cine en los últimos años.

Franco está muy por encima del director, que sí que sobredirige. Danny Boyle quiere ser fiel a su estilo y quiere contar la historia de un montañero atrapado de la misma forma que lo hizo con los yonquis, los astronautas y los indios que ganan el 50x15. Muy bien, pero es que aquí se pasa de flashbacks, forwards, alucinaciones y pajas mentales. Mira que la película es corta, pues a mí me llegó a cansar con toda la ornamentación que le mete.

Como todas las pelis de este gran director, 127 horas también tiene un ritmo frenético y concede muchísima importancia a la música. El problema es que quizás para contar la historia de un tío que se pasa 127 horas con el brazo atrapado en una roca a lo mejor sobraba ritmo y era necesario hacer algo un poquito más lento, algo más reflexivo.

Pero Boyle no da tiempo al espectador a que se mimetice con el protagonista. Venga a meterle flashbacks, y forwards, y planos absurdos como el agua cayendo cada vez que bebe y todas esas cosas que se pusieron de moda tras Requiem por un sueño. Y al espectador apenas le da tiempo a darse cuenta de que el protagonista tiene sed, o está hambriento, o está desesperado. Boyle quiere lucirse a costa de Franco, pero no lo consigue.

Y no sé si es que la música no está bien elegida o no bien insertada o simplemente no pega. El asunto es que le quita continuamente dramatismo a la historia y no hay ni un solo instante de silencio en el que uno pueda darse cuenta de la que tiene encima el pobre Franco.

A pesar de todo, es una película que tiene escenas preciosas, planos maravillosos y que cuenta una historia que merece ser contada. Y también vista.
ferperavi
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