Esta sí es una excepción a la mediocre selección de los críticos y su asqueroso ego. Una película concebida desde la creatividad, la imaginación y la mágica e inocente mirada de un niño que pertenecía a las huestes nazis, y que fue cambiando la percepción del mundo al que involuntariamente lo habían sometido los prejuicios y la sociedad en la que nació. Una película pensada de manera diferente de lo que conocemos en los trágicos acontecimientos mundiales de la época. Llena de fuerza y vitalidad, con contrastes profundos entre la alegría inocente propia de la niñez y el impacto en su entorno bajo los terribles sucesos acaecidos y por todos sabidos. Humor sencillo, ligero, pero bien puesto. Ingeniosa, fresca y versátil visión del autor, que nos vira rotundamente la perspectiva encajonada y ya suficientemente trajinada sobre la segunda guerra mundial. Indudablemente un acierto a los sentidos, a la retina y a la huella reflexiva que deja. Muy, muy bella propuesta cinematográfica.