Película sobre un bigfoot que parece Speedy Gonzales, que aparece rápidamente y se lleva a sus víctimas en un parpadeo, para luego despedazarlas, como si buscase algo dentro de sus cuerpos. Este elevado número de víctimas lleva a la policía local a buscar ayuda y aparece una presunta especialista en zoología. El bosque está poblado esos días, por jóvenes juerguistas -que perderán la cabeza algunos- por dos parejas de survivalistas que se llevan fatal. De hecho, el marido de una de las parejas, es un imbécil integral. Y también tenemos unos extraños cazadores que no dudan en usar algún superviviente como carnaza.

El reparto parece de zombies, ya que son actores que nadie recuerda, desde Reb Brown -al que le cuesta andar- Leilani Sarelle, que aparecía en "Instinto básico" y el hermano de Stallone, este último parte de una subtrama absurda introducida a capón para darle un giro innecesario a la historia.

Y la historia es tonta, tonta. Los policías buscando al monstruo por el bosque de noche. Hay quién dice que es ochentera. A mi no me lo parece. En los 80 se hacían productos de serie B más redondos. Esto me recuerda más a los bodrios de "The Asylum".

El monstruo, dentro de lo que cabe, está bastante apañado. La "noche americana" que usan para rodar es bastante horrorosa. Al menos el filme es entretenido en el número de ataques y víctimas. No se salva ni el apuntador. No le cojan cariño a nadie.