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España España · Rivas-Vaciamadrid
Voto de Quinto Sertorio:
6
Thriller Tras presenciar un asesinato en un bar, los miembros de una banda de música punk son encerrados en una habitación del local por los autores del homicidio: una pandilla aterradora de neonazis que reivindican la supremacía blanca. Su líder es el dueño del bar (Patrick Stewart), un tipo que no quiere dejar testigos de lo sucedido.

2 de mayo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Peliculilla interesante, aunque le pierde un poco la presunta búsqueda del realismo. No obstante, los personajes se comportan de la misma estúpida manera que en cualquier otro filme del género. Una banda de punkis alternativos dan un concierto en un local de supremacistas blancos- ya resulta rarito- y son testigos, por accidente, de un suceso por el cual los retendrán en el camerino, la denominada "green room" y en la que luego se atrincherarán, para salvar sus vidas.

El comportamiento idiota de los personajes, en especial del añorado Anton Yelchin enerva. Parece tonto. ¿No se da cuenta que se lo quieren cepillar?. Por otro lado la película explora una situación ya vista en multitud de filmes, como los del maestro Carpenter -"Asalto a la Comisaria del Distrito 13" o "Fantasmas de marte" - y en tantos otros, de todos los géneros y de todas las épocas.

El asunto es como relatas el asedio y el comportamiento de los asediados frente a unas fuerzas hostiles y sin dudas en cuanto a acaban con los encerrados. El director sí sabe transmitir la angustia de los protagonistas, el bloqueo mental ante una situación no buscada. Algo que te va a costar la vida sin comerlo ni beberlo. También es importante en estos filmes el ritmo de las bajas que, indiscutiblemente, se irán produciendo. Esto es algo propio del género y el director, sin embargo, se aturulla y hace una chapuza; en estos casos las muertes suelen ser algo más recordadas, para tocar la fibra sensible del espectador y aquí, sin embargo, son demasiado atropelladas y sin momento glorioso. Casi ni te enteras. Al menos consigue que éstas no sean predecibles.

Stewart lo borda. Un papel bastante creíble en ciertos aspectos. Tiene un problema y lo busca solucionar. Lo que no cuela es como líder supremacista. Puede ser el capo de cualquier banda de maleantes, pero no se advierte su ideología nazi, salvo que realmente el personaje no la profese y sea un modo de enriquecerse.

La película es tramposa. Se ve bien, te mantiene pendiente de las tribulaciones de los protagonistas y si no reflexionas sobre lo que ves, te resultará un buen entretenimiento. Es de esos filmes para ver una vez y no más.
Quinto Sertorio
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