Fantástico colofón de una trilogía que se inició como terrorífica y acabó como una magnífica comedia desatada del mejor humor negro. Producto no apto para todos los paladares, espeluzna a muchos pero fascina y divierte a otros, entre los que me encuentro.

El guión rebosa ironía, mala leche, humor negro, acción y divertimento a raudales. Bruce Campbell interpreta a Ash, un anti-héroe calcado del torpe patán afortunado de Jake Burton (Golpe en la pequeña China) y en menor medida del marrullero de Snake Plissken (Escape de Nueva York) de los films de Carpenter, que viaja atrás en el tiempo junto a un cadillac, una motosierra y una escopeta de dos cañones, para enfrentarse a seres malignos, cazurros medievales, superstición, magos, monstruos y brujas. Y como buen anti-héroe logra sus hazañas a pesar de sí mismo, que en este caso, es literal: tu peor enemigo eres tu mismo, o, al menos, una versión aún más canalla de tu personalidad.

La película está llena de guiños cinéfilos, a sus películas precedentes, a La matanza de Texas, a las películas de zombis, a las orientales de fantasmas, a Ray Harryhausen y su stop motion, a los spaguetti-westerns, al gore, a las películas de Roger Corman, a Carpenter, a Mel Brooks... todo el film rezuma amor por el cine fantástico de serie B más clasico pero también por el cine setentero más gore.

Solo queda disfrutarlo sin complejos. La frescura de la propuesta, una desacomplejada mezcla de cine de terror-histórico-fantástico-humor, consigue una película que se ha transformado en un clásico de culto.

PD. La película tiene un final alternativo que también es un homenaje a "El Planeta de los simios". sin embargo, tras los pases de preestreno se decidió incluir el final actual, más gamberro y quizá más adecuado con el carácter fanfarrón del personaje.