¡Cómo han cambiado las películas de espías! Viendo este filme, de corte clásico, con una trama solvente procedente de una novela de Frederic Forsyth, y ves lo que vino después, con toda la saga de Jason Bourne, donde prima más la espectacularidad y la acción acrobática que el argumento, añoras a los años 80.

Porque "El cuatro protocolo" es una película más que correcta, británica, contenida, con excelentes actores, con un Michael Caine como agente de inteligencia reflexivo, como el gran Worricker de Bill Nighy, pero también hombre de acción, de ésos que reparten sopapos a imbéciles en el metro o a espías rusos. No obstante es un filme de esos en que se investiga, se escudriña, se descubre y, cuando toca, se interviene. Algo más realista que lo que vemos ahora. Y se agradece.

En fin, un policíaco de espías con clase, de los años 80. Quizás cuando se estrenó era uno de tantos, pero viéndolo ahora, se disfruta.