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Voto de DaniLoud:
2
4,8
2.345
Romance
Jade, una tímida joven de familia privilegiada, y David, un chico carismático y divertido, se enamoran perdidamente durante un verano. Cuando el padre de ella intenta separarlos, su pasión los llevará a arrostrar situaciones temerarias. Remake de 'Amor sin fin' (1981). (FILMAFFINITY)
17 de diciembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un domingo fue el día en el que ésta película me apareció en televisión y me dispuse a verla... qué mala decisión.
La historia va sobre David Elliot, (Alex Pettyfer), un chico que está enamorado de Jade Butterfield, (Gabriella Wilde), una muchacha proveniente de una familia opulenta, quien, supuestamente, no le habló nunca en su vida y que apenas lo conoce de la escuela. Así empezamos.
Todo momento en el que dos personajes se conocen es importante en las películas y más si trata de un romance; ahora, en este filme apenas tienen contacto durante dos segundos y la chica ya se enamoró. No hay desarrollo de por qué le gusta o por qué querría salir con él si, presuntamente, apenas lo conocía de la escuela. Se trata de un injustificado "amor a primera vista" sobre "dos muchachos que están hechos el uno para el otro y que se amarán por el resto de la eternidad", ¿Qué romántico no? *1 (zona spoiler).
La primera hora de película ni siquiera se trabaja una conversación entre ambos, no se indaga entre los defectos, los sentimientos o, por lo menos, lo que piensa cada personaje, todo se arma con un romance puramente artificial filmado y musicalizado como para un video musical o una publicidad de cervezas; en esos ámbitos reside la profundidad de los personajes: dos protagonistas superficiales, con actitudes de un amaneramiento inmensurable. Podemos nombrarlos como Barbie y Ken, como "Gary Stu" y "Mary Sue", una pareja sin defectos, sin problemas, cuyas actitudes son siempre correctas porque, claro, se conocen perfectamente a pesar de que se hablan hace 10 días. Y lo peor de todo es que, gracias a esos estereotipos que parece que modelan para la cámara, se nos hace imposible a los espectadores el conectar o empatizar con los personajes; ¿de qué manera nos sentiríamos identificados con alguien, cuyas decisiones para con su pareja son siempre perfectas? ¿Dónde están las inseguridades y los conflictos?
Asimismo, los "actos adolescentes anodinos y torpes" de los protagonistas a lo largo de todo el filmen cuentan con un guion que, incluso, los glorifica y justifica su existencia porque son "divertidos"; una cosa es que una película muestra actos irresponsables y tontos con el propósito de burlarse de ellos o de demostrar que son absurdos y, otra cosa diferente, es un guion que, a cada tontería que hacen los personajes, les da cero consecuencias; en ningún momento nos muestran alguna consecuencia por las cosas que hacen los personajes.
Ahora hablemos del padre, Hugh, (Bruce Greenwood), otro personaje que realmente se siente pretencioso y cuyas funciones son de obstáculo genérico, tonto y petulante. La cinta intenta sostener sus actitudes sobreprotectores gracias a los hechos del pasado que lo afectan, sin embargo, no tiene ni una sola conversación donde demuestre dolor, todo parece como si a Bruce Greenwood le dieron el libreto y le dijeron "Vos decí esto y actúa como pasivo-agresivo todo el tiempo y listo". Aunque tengo que admitir su actuación fue buena, no está mal. A su vez, intentan trabajar una sub-trama con su esposa que parecía interesante.
Después, cuando la película ya se cansa de mostrarnos a la "pareja perfecta" del verano durante una hora, llega ese momento que agrava la cinta incluso más. *2 (Zona Spoiler).
En definitiva: Es un drama romántico plano, impersonal, pretencioso y aburrido. Las interpretaciones de Wilde y Pettyfer, podrían confundirse con un "Gary Stu" y con una "Mary Sue", ahí reside su profundidad de publicidad o videoclip.
Calificación: 2.4/10
Calificación:
La historia va sobre David Elliot, (Alex Pettyfer), un chico que está enamorado de Jade Butterfield, (Gabriella Wilde), una muchacha proveniente de una familia opulenta, quien, supuestamente, no le habló nunca en su vida y que apenas lo conoce de la escuela. Así empezamos.
Todo momento en el que dos personajes se conocen es importante en las películas y más si trata de un romance; ahora, en este filme apenas tienen contacto durante dos segundos y la chica ya se enamoró. No hay desarrollo de por qué le gusta o por qué querría salir con él si, presuntamente, apenas lo conocía de la escuela. Se trata de un injustificado "amor a primera vista" sobre "dos muchachos que están hechos el uno para el otro y que se amarán por el resto de la eternidad", ¿Qué romántico no? *1 (zona spoiler).
La primera hora de película ni siquiera se trabaja una conversación entre ambos, no se indaga entre los defectos, los sentimientos o, por lo menos, lo que piensa cada personaje, todo se arma con un romance puramente artificial filmado y musicalizado como para un video musical o una publicidad de cervezas; en esos ámbitos reside la profundidad de los personajes: dos protagonistas superficiales, con actitudes de un amaneramiento inmensurable. Podemos nombrarlos como Barbie y Ken, como "Gary Stu" y "Mary Sue", una pareja sin defectos, sin problemas, cuyas actitudes son siempre correctas porque, claro, se conocen perfectamente a pesar de que se hablan hace 10 días. Y lo peor de todo es que, gracias a esos estereotipos que parece que modelan para la cámara, se nos hace imposible a los espectadores el conectar o empatizar con los personajes; ¿de qué manera nos sentiríamos identificados con alguien, cuyas decisiones para con su pareja son siempre perfectas? ¿Dónde están las inseguridades y los conflictos?
Asimismo, los "actos adolescentes anodinos y torpes" de los protagonistas a lo largo de todo el filmen cuentan con un guion que, incluso, los glorifica y justifica su existencia porque son "divertidos"; una cosa es que una película muestra actos irresponsables y tontos con el propósito de burlarse de ellos o de demostrar que son absurdos y, otra cosa diferente, es un guion que, a cada tontería que hacen los personajes, les da cero consecuencias; en ningún momento nos muestran alguna consecuencia por las cosas que hacen los personajes.
Ahora hablemos del padre, Hugh, (Bruce Greenwood), otro personaje que realmente se siente pretencioso y cuyas funciones son de obstáculo genérico, tonto y petulante. La cinta intenta sostener sus actitudes sobreprotectores gracias a los hechos del pasado que lo afectan, sin embargo, no tiene ni una sola conversación donde demuestre dolor, todo parece como si a Bruce Greenwood le dieron el libreto y le dijeron "Vos decí esto y actúa como pasivo-agresivo todo el tiempo y listo". Aunque tengo que admitir su actuación fue buena, no está mal. A su vez, intentan trabajar una sub-trama con su esposa que parecía interesante.
Después, cuando la película ya se cansa de mostrarnos a la "pareja perfecta" del verano durante una hora, llega ese momento que agrava la cinta incluso más. *2 (Zona Spoiler).
En definitiva: Es un drama romántico plano, impersonal, pretencioso y aburrido. Las interpretaciones de Wilde y Pettyfer, podrían confundirse con un "Gary Stu" y con una "Mary Sue", ahí reside su profundidad de publicidad o videoclip.
Calificación: 2.4/10
Calificación:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
*1 Lástima que haya actitudes adolescente totalmente tontas y que salen de la nada, por ejemplo, el sujeto roba un auto, golpea a un tipo, sabotea la fiesta de su ex, se mete a su casa sin permiso, toma el auto de su hermano de la noche a la mañana y todo esto a la chica le gusta.
*2 En se instante, la película llega a un punto donde se da cuenta de que no contaba con conflicto alguno y que necesitaban inventar problemas pretenciosos para que la película se alargue; cada dosis de "problemas" cae como fichas de dominó, (que lo golpee al padre, que la chica choque, que el chabón vea a la ex o lo de la orden de alejamiento) y todo se transforma en una melodrama absurdo y superficial, pero esperen... ninguno de los conflictos tiene incidencia en el final, ni siquiera uno. La casa se incendia y a nadie le importa.
*2 En se instante, la película llega a un punto donde se da cuenta de que no contaba con conflicto alguno y que necesitaban inventar problemas pretenciosos para que la película se alargue; cada dosis de "problemas" cae como fichas de dominó, (que lo golpee al padre, que la chica choque, que el chabón vea a la ex o lo de la orden de alejamiento) y todo se transforma en una melodrama absurdo y superficial, pero esperen... ninguno de los conflictos tiene incidencia en el final, ni siquiera uno. La casa se incendia y a nadie le importa.