Clint Eastwood regresa con un biopic-musical, esta vez de la mano de la historia de los "Four Seasons" narrada desde el principio hasta "el fin". Dividamos esto en bueno y malo:
-LO BUENO:
*Las actuaciones, especialmente de Vincent Piazza, Christopher Walken y, un poco menos, de John Lloyd Young, quien, si bien cumple en el escenario y se mueve a semejanza de Frank Valli, sus momentos dramáticos son inconsistentes y insípidos. Por parte de Walken, él hace un personaje adecuado, con las apariciones correctas y acierta en la emoción que evoca su presencia, una pizca de temor y un tanto de familiaridad. Y por último, Piazza encarna a un personaje que está destinado a ser problemático, y lo hace de maravilla, aunque en ciertos momentos lo pintan como conflictivo y al final eso queda en lo impoluto.
*Cuando rompen la cuarta pared, pues es una forma fácil de reemplazar páginas de exposición forzada a cambio de una propuesta más pícara e interesante, finalmente, funciona, a pesar de que este recurso en la parte final es empleado de manera innecesaria y prescindible.
*El diseño de producción, el vestuario y todo aquello que engloba el aspecto óptico; el filme luce muy hermoso gracias a todo una ambientación sesentera que apoya la música y la cultura de la época.
*La música, suena muy bien, la forma en la que es puesta en la película es envolvente y la verdad que es degustable sabrosamente.
*La fotografía, especialmente los movimientos de cámara; Eastwood sabe cuándo dejarla fija y cuándo no.
*Los números musicales, que se escuchan muy bien y se ven geniales, pero en ciertos momentos, uno ya se cansa de tanta canción.

LO AMBIVALENTE:
*La narrativa, ya que sentí que la película está muy suelta por donde quiere; el guión hace elipsis que pueden sentirse repentinas, lo que hace que nos perdamos en el espacio tiempo y más si se trata de un biopic, puesto que se supone que se nos cuenta la historia de alguien en algo, en un espacio y un tiempo determinados. Por eso, a veces, el filme va por su camino y, de repente, gira hacia cualquier lado. Sin embargo, el hecho de que el montaje sea rápido evita que, en muchos momentos, sintamos que la película se vuelve cansina, (lo cual sólo se logra maquillar durante la primera hora y media).
A su vez, creo que la segunda mitad es algo pesada, especialmente en el 3/4, donde se quiere imponer un dramatismo que se siente poco logrado, pobremente desarrollado y perezosamente hecho, donde parece que el libreto colocaba esos momentos para extender aún más la película, lo cual queda claro cuando llegamos al clímax donde los problemas anteriores importan poco y nada.
*La exposición del guión, ya que hay escenas sobrantes de diálogo que se podrían haber permutado por más desarrollo para los miembros de la banda o más explicación sobre el porqué del declive de la banda. Un ejemplo de estas escenas plagadas de diálogo es la parte donde los cuatro chicos van a casa de De Carlo y hablan, hablan y hablan constantemente, cuando podrían haber ido al grano directamente.
La parte buena de la exposición es que permite que el ritmo se mantenga bien, por lo menos durante un rato, y que la película puede ser fácilmente entendible.
*Cómo retratan a la industria de la música, pues se puede ver que esta es una de las partes fundamentales del filme de Eastwood; al principio este desarrollo iba bien, con el muchacho de la disquera quien firma un contrato de calidad dudosa con la banda, en cambio luego, las cosas se terminan olvidando en pos de una parte final que obvia este tema.

LO MALO:
*El drama, repito, está malogrado y flácido. Incluso, se pueden percibir como claros momentos de baja autenticidad y poco empeño. Están pero no están. Y esto es raro, ya que estamos hablando de Clint Eastwood, un experto en dramas sólidos, humanos y reflexivos, ("Million Dollar Baby", "Gran Torino" o "The Bridges of Madison County").
*Los "intereses románticos" que se presentan como platos estrella y, al final, no tienen ni el valor de una panera de restaurante; las actrices encarnan bien sus roles pero quedan aisladas de la historia principal y mayoritariamente fuerzan situaciones muy esperables.
*La crisis de identidad del filme por el contraste que existe entre la primera y la segunda mitad, puesto que, durante el primer 1/4, vemos una película que se parecía más a una "Goodfellas" pero más frívola e insignificante, después vemos un biopic-musical que muestra el origen de una banda, (2/4), posteriormente, encontramos el auge de la banda, (3/4 al principio) y la decadencia, (3/4 al final), donde viene todo ese drama antes mencionado. Y finalmente encontramos un final un tanto borroso, poco claro y con intenciones de legado musical que decae en varias ocasiones.
*La hija de Frankie, persona burdo, poco desarrollado y que funciona como el puntapié dramático mal ejecutado del filme.

En definitiva: A veces, efectivo, otras, pesado, "Jersey Boys" termina oscilando entre lo musicalmente oíble y lo dramáticamente endeble, es un filme de narrativa muy indomable que vaga por su camino sin escrúpulos. Las intenciones de Eastwood y su dirección están bien, sin embargo, nadie paga la carencia de solidez.

Calificación: 5.1/10