Cuando empecé a ver 13 razones, no sabía de qué trataba. Había visto el trailer y pensé que era una serie de suspense, nada más. El primer capítulo me impactó lo suficiente como para ver el segundo, al llegar al tercero pensé "espero que traten con la suficiente seriedad este tema, no solo para hacer caja". Me pareció que, si aún siendo comercial, conseguía hacer que sus espectadores pensaran en el suicida o la persona con tentativas de suicidio, como alguien normal, como alguien que puede encontrarse entre ellos, como alguien al que puede que hagamos mucho daño, merecía la pena esta serie. Entonces busqué opiniones y me encontré con que estaba basada en un libro. Dejé de ver la serie para leer el libro, en tres días pude retomarla. Me encontré con algunos capítulos aburridos, quizá porque ya sabía (o creía saber) lo que iba a pasar, quizá porque en parte es cierto que hay redundancias. Tanto en el libro como en la serie me parece que se entra en cierta contradicción al intentar dar una visión feminista al mismo tiempo que se cae en el cliché. Hanna, por ejemplo, es la primera mujer víctima de su propia visión nociva sobre la mujer sexualmente liberada: su problema no es tanto que mientan sobre ella, sino que la vean como una "guarra". El problema de base, en mi opinión, no se trata ni en la serie ni en el libro, y es la visión de la mujer, la visión que las propias mujeres tienen de la mujer. Tanto en la serie como el libro se muestra el acoso, la soledad, el vacío, lo pernicioso de condenar a alguien (sea adolescente o no) al ostracismo, y esto es muy bueno, en especial porque se hace de una forma lo suficientemente comercial para que la serie sea vista hasta el final, y es que es importante que vistan de cordero al lobo para que al final nos llevemos el mordisco, pero es insuficiente a la hora de abarcar la problemática, a la hora de implicarse verdaderamente en la causa feminista. Sí, es evidente que no se trata de una serie que busque principalmente hacer una defensa de la mujer, trata de ahondar en el suicidio, y eso lo consigue, sin lugar a dudas, pero los motivos por los que se suicida Hanna, como mujer, no son suficientemente tratados ni denunciados, por ello, y por ser excesivamente "yanki", la dejo en el notable.
Entre los puntos positivos que encuentro a la serie de TV es que supera al libro en el sentido de que nos da la visión de las personas a las que Hanna señala como responsables. Aquí no vemos un mundo de instituto dividido entre buenos y malos, vemos más bien diferentes personas, personas que abundan en el entorno adolescente (y también en el adulto), que no quieren hacerse parte del problema pero lo son, vemos personas señaladas con el dedo, su hipocresía (que podría ser la nuestra, o la de muchos de los espectadores) es revelada con naturalidad, en personajes creíbles. Nos dan los suficientes motivos como para comprender a alguno de ellos, para empatizar, sin que ello les redima en absoluto. De cara a la audiencia, es buena la variedad de personajes, tanto a nivel étnico como social, para permitir al espectador identificarse más con uno que con otro, para llevarle con relativa comodidad al principio, y con ansiedad hacia el final, al desenlace nefasto y anunciado.
Algunas "inventadas" con respecto a la narración original me parecen injustificadas, e incluso contrarias a la idea principal (estas inventadas han sido señaladas por otros muchos comentarios como podéis comprobar, así que no veo necesario mencionarlas todas), pero puedo perdonarlas, un poco, si entiendo el resultado como el producto perfecto para enganchar a un buen número de personas hacia el batacazo final.
Otra cosa positiva es el personaje principal, Clay, aunque opino que hay cierto desequilibrio entre su protagonismo y el de Hanna. Considero que es muy positivo que Clay asuma su parte de culpa, que pueda mostrarse como un agente pasivo en el suicidio de Hanna, y su implicación honesta al escuchar las cintas, pero no me parece admisible que se pueda dar entender, ni por asomo, que un hombre debe adoptar el papel de salvador de una mujer endeble y en apuros. En este sentido, el de las generalizaciones de género, hay otra cuestión que me parece inadmisible, en cierto momento de la serie se comenta que los chicos llevan en su naturaleza ser unos capullos, o algo por el estilo, mostrando a Clay como excepción a la regla, y dejando ese tema expuesto de este modo, sin ningún tipo de objeción; esta visión no puede ser dejada como una verdad en las mentes de ningún adolescente, porque es absolutamente nociva, y resta valor, muchísimo, al personaje de Clay. Es este tipo de detalles los que rebajan el valor de la obra, y hacen que un vehículo perfecto para tratar con coherencia y madurez temas fundamentales en la educación de cualquier joven, queden enturbiados y contaminados, perpetuando un mensaje que crea en la mente de los adolescentes un ideario perfecto para acabar tratando a las mujeres como se trata a Hanna en esta historia.
En conclusión, debo darle un notable porque es, generalmente, fiel al libro, por la actuación de los actores, por los dos capítulos finales, por haber representado las partes implicadas más allá de los propios chicos y chicas, y por haber sido crudos hasta el final, sabiendo aumentar el nivel de angustia conjugando lo comercial con la tragedia, por haber incomodado al espectador cuando debían porque hacerlo muestra un compromiso moral, porque lo contrario, en mi opinión, hubiera sido imperdonable.