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Voto de Cornapecha:
7
Fantástico. Aventuras Jacob (Asa Butterfield) de 16 años, es un chico con problemas para relacionarse y muy unido a su abuelo. Después de sufrir una tragedia familiar y con la intención de saber más sobre el pasado y las disparatadas historias de su abuelo, convence a sus padres para dirigirse a la costa de Gales y buscar el hogar para niños especiales de Miss Peregrine, de los que tanto le han hablado. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tim Burton es uno de esos directores que no necesita presentación. A poco que te guste el cine sabes de quién estamos hablando y de qué películas hace. Es un director al que últimamente no le están saliendo las cosas pero que tiene suficientemente acreditada su capacidad para viajar por caminos que otros ni saben que existen ni les interesan. No puede, ni quiere, esconder el poderoso imaginario que habita en su cabeza, fascinante y oscuro, emocionante y tenebroso como pocos. Todas sus películas dejan ver un mundo oscuro, extraño, preñado de belleza y monstruosidad, de fantasía y de terror.

Pero Tim es, por mucha imaginación que atesore en su torturada mente, un profesional de Hollywood. Por desgracia, en la Meca del Cine no conocen más fantasía que la del dolar ni más terrores que los de las recaudaciones exiguas. Y hace demasiado tiempo que Burton no cubre las expectativas de la insaciable industria del cine. Cuestiones artísticas al margen (donde tampoco se está luciendo, dicho sea de paso) sus últimos proyectos se cuentan por fracasos de taquilla y por recibir más pescozones que aplausos.

Así que esta película tenía muchas, demasiadas urgencias pendientes. "Ponle mucha fantasía y mucho barroquismo, pero hay que vender entradas", le dijeron seguramente al bueno de Tim. Y se nota en la película, vaya si se nota.

La primera hora es el Tim Burton puro. El aire gótico, tenebroso, que destila toda la historia. Los personajes que combinan belleza y espanto, el miedo que se esconde tras la apariencia de cuento infantil. Eva Green, el epítome de la belleza siniestra capitaneando, incluso cuando no está en pantalla, todo este desparrame visual. Ahí se le nota a Burton relajado, feliz, en su mundo particular de monstruos más humanos que los humanos.

Pero entonces aparece Hollywood y manda parar. Y el cuento perverso de los niños monstruosos atrapados en el tiempo se convierte en una peliculita de aventuras, en un Harry Potter para todos los públicos, en un producto de consumo masivo donde nadie se sienta incómodo.

Y a Burton se le nota la desgana, o tal vez el desánimo. La película pierde gas a medida que pasan los minutos y la magia se diluye en la enésima aventura juvenil. El resultado a nivel taquilla ha sido regulero, y tal vez ahora mismo el director se está preguntando si merecía la pena el sacrificio y si no hubiese sido mejor que a Mr. Barron lo hubiese interpretado Johnny Depp.

Pero esto es lo que hay, amigos. No es ni de lejos su mejor película, ni siquiera es de las mejores que han salido ultimamente, pero es una pequeña dosis, adulterada pero aún efectiva, del perverso y atractivo imaginario de Burton. De un mundo oscuro y atrayente que parece haber quedado atrapado en un loop hace demasiado tiempo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Cornapecha
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