El último día en que proyectaban “El hombre de acero”, me apresuré a ir al cine, no quería perdérmela… Sala pequeña, pantalla grande… y solas en el cine (¿hay algo mejor?). La primera parte despierta nuestro interés, han querido mostrar un Superman más cercano, mas humano, aunque sin olvidar un guiño a la ironía y esa sonrisa que nos dejó el verdadero Superman, Christopher Reeve. No es casualidad que unos días antes del estreno de la película dieran por televisión el primer Superman, tengo que decir que a pesar de los años, su ambientación y efectos especiales tienen mucho merito, no quedando en ridículo como sucede en otros metrajes. La historia sigue el mismo hilo del guión original, no obstante y en mi opinión recibe unas necesarias modificaciones; el oficio de Clark, los flashbacks de su infancia, la intervención del Gobierno de los EUA. Ha sido un acierto cambiar la indumentaria del Héroe y dejar los calzoncillos debajo del pantalón. Algunas tramas del guión chirrían, nos venden una relación de amor entre Lois y Clark que es falsa, no hay química, no existe, es falsa, rebuscada y enfajada a la fuerza para que sea fiel a la original. Para mí, amante de historias de amor verdaderas, esto es un 0 patatero. Después esta la interpretación del protagonista, Henry Cavill, tiene un buen físico pero no acaba dando la talla, sus gestos, su mirada no me acaba de convencer, pues señores, en esta vida no solo vale la guapura. La única interpretación que me era más amena es la de sus padres adoptivos; mi favorito Kevin Costner y Diane Lane, aunque no les permiten lucirse y sus papeles quedan desaprovechados. Como indicaba, la primera parte es entretenida pero llega un momento de monotonía total, cuando solo son golpes y destrucción contra rascacielos, y es que no me cansaré de repetirlo, si una historia es buena…para que repetirla? (Ejemplos: Los cazafantasmas, Spiderman …sigo?)