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Voto de griffinjazz:
8
7,2
5.490
Intriga
Durante la Guerra Fría, un escritor norteamericano, mujeriego y aficionado a la bebida, llega a Estocolmo para recibir el Premio Nobel de Literatura. Una vez allí, descubre, por casualidad, un complot bolchevique para secuestrar a un eminente científico también galardonado con el Nobel. (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2008
53 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
I love “The Prize”, es lo primero que tengo que decir, por los bonitos recuerdos que me trae, cuando sábados y domingos por la tarde se podía disfrutar de cine clásico en tv. La deuda con “Con la Muerte en los talones” no es casual, de hecho supongo que estas fueron las instrucciones que se le dieron a Ernest Lehman, guionista de ambos films, cuando se le hizo el encargo. En teoría la película debía ser una adaptación cinematográfica del best seller de Irving Wallace, pero Mark Robson acabó rodando todo lo contrario, casi una comedia de situación en la que la forma es mucho más importante que el fondo, la estética sixtie, la luminosa fotografía en technicolor, los gags cómicos y el feeling de Paul Newman con las chicas (tres nada menos, Srta Andersen, Emily Stratman y la Sra Marceau) son el éxito de la historia, mientras que la trama de espionaje y de guerra fría (que es a lo que se limita la novela de Wallace) importan realmente poco. No he leído el libro, pero me temo que no debe quedar mucho…
Deliberadamente y con bastante descaro se retoman escenas de Con la Muerte en los Talones (no solo la del club nudista/subasta de arte, también el momento en el que Andrew Craig vuelve al lugar del crimen con la policía y parece que allí no ha pasado nada o cuando intentan asesinarlo atropellándolo con el coche, como ocurriera en los campos de maíz en el filme de Hitchcock, o por ejemplo la imagen de la sala de Conciertos donde se entregarán los premios, con una imagen muy parecida a la sede de la ONU en “Con la Muerte en los talones”, o la presencia de Leo G. Carroll en ambos filmes), pero no sólo eso sino que las referencias a Hitchcock son continuas, por ejemplo con esas transparencias tan cutres cuando viajan en coche, parecen sacadas de “Vértigo”. También me parece relevante el estilo “televisivo” que se adopta en algunos momentos, muy característico de los 60’s, por ejemplo en la presentación inicial de los personajes cuando los camareros van habitación por habitación llevando el regalo del hotel, se nos muestra de forma muy eficaz a cada uno de los personajes en muy poco tiempo.
Y nada más, que Paul Newman está esplendido como el escritor golfo, socarrón y borracho, que no puede dejar de meter las narices en un asunto turbio que le de un poco de vidilla, (aunque nadie puede creer que un tipo así haya escrito “El estado Perfecto”, novela por la que le dan el Nobel), al igual que el resto del reparto con mención especial a Edward G. Robinson, por supuesto, y a Sacha Pitoeff, “Daranyi”, el malo malísimo (que se parece a Martin Landau, de nuevo premeditadamente, me temo como bien se apunta).
Deliberadamente y con bastante descaro se retoman escenas de Con la Muerte en los Talones (no solo la del club nudista/subasta de arte, también el momento en el que Andrew Craig vuelve al lugar del crimen con la policía y parece que allí no ha pasado nada o cuando intentan asesinarlo atropellándolo con el coche, como ocurriera en los campos de maíz en el filme de Hitchcock, o por ejemplo la imagen de la sala de Conciertos donde se entregarán los premios, con una imagen muy parecida a la sede de la ONU en “Con la Muerte en los talones”, o la presencia de Leo G. Carroll en ambos filmes), pero no sólo eso sino que las referencias a Hitchcock son continuas, por ejemplo con esas transparencias tan cutres cuando viajan en coche, parecen sacadas de “Vértigo”. También me parece relevante el estilo “televisivo” que se adopta en algunos momentos, muy característico de los 60’s, por ejemplo en la presentación inicial de los personajes cuando los camareros van habitación por habitación llevando el regalo del hotel, se nos muestra de forma muy eficaz a cada uno de los personajes en muy poco tiempo.
Y nada más, que Paul Newman está esplendido como el escritor golfo, socarrón y borracho, que no puede dejar de meter las narices en un asunto turbio que le de un poco de vidilla, (aunque nadie puede creer que un tipo así haya escrito “El estado Perfecto”, novela por la que le dan el Nobel), al igual que el resto del reparto con mención especial a Edward G. Robinson, por supuesto, y a Sacha Pitoeff, “Daranyi”, el malo malísimo (que se parece a Martin Landau, de nuevo premeditadamente, me temo como bien se apunta).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Por último, hacer hincapié en que los gags y los diálogos de Ernest Lehman entre Craig y las chicas son lo más brillante del filme, estilo marxiano en algún caso. Me he permitido volver atrás al acabar la película y copiar algunos de ellos:
Fantástica la escena del club nocturno, lleno de color y con estética mod; en un momento, un ebrio Andrew Craig se queda mirando el escote de una señora sueca delante de su maromo que le pone mala cara:
- Yo no hacía más que mirar, si usted no quiere que la gente mire a su mujer cúbrala con saco. Ahora que lo pienso, no estaría mal dentro de un saco. Si no hay otra forma de liquidar esto salgamos a la calle…. ¡No, ella y yo!!
Pero sin duda lo mejor son los picarones diálogos con la Srta Andersen, una deliciosa Elke Sommer. Hay a espuertas.
- ¿Le importaría estar en condiciones mañana por la mañana?
- Claro, me voy directamente a la cama ¿le importaría ayudarme a doblar el cubrecama?
- Creo que no tengo condición de camarera
- Es una pena…
O cuando se encuentran por primera vez las dos chicas, saltan chispas
- Emily Stratman: “Sr. Craig, ¿puede atenderme un momento?”
- Craig: “¡No está todo perdido!, aún queda alguien que quiere hablar conmigo. Le presento a la Srta Andersen del Ministerio del exterior. La Srta Andersen está encargada de atenderme durante mi estancia en Estocomo”
- Emily Stratman: “¡Qué agradable trabajo!”
- Srta Andersen: “Gracias por desempeñarlo por mí anoche”
- Srta Stratman: “Con gusto volvería a hacerlo”
- Craig: “¡Podemos ir los tres juntos a almorzar!”
Y por último no puede faltar una referencia al momento cumbre del film, la escena romántica en la habitación con algún guiño al beso giratorio de “Vertigo”.
- ¿Qué está usted haciendo?
- Inspeccionando el ministerio del interior… ¡y yo no quería venir a Estocolmo!
- Esto no estaba dentro del programa
- Usted tiene que estar preparada para situaciones no programadas….
Fantástica la escena del club nocturno, lleno de color y con estética mod; en un momento, un ebrio Andrew Craig se queda mirando el escote de una señora sueca delante de su maromo que le pone mala cara:
- Yo no hacía más que mirar, si usted no quiere que la gente mire a su mujer cúbrala con saco. Ahora que lo pienso, no estaría mal dentro de un saco. Si no hay otra forma de liquidar esto salgamos a la calle…. ¡No, ella y yo!!
Pero sin duda lo mejor son los picarones diálogos con la Srta Andersen, una deliciosa Elke Sommer. Hay a espuertas.
- ¿Le importaría estar en condiciones mañana por la mañana?
- Claro, me voy directamente a la cama ¿le importaría ayudarme a doblar el cubrecama?
- Creo que no tengo condición de camarera
- Es una pena…
O cuando se encuentran por primera vez las dos chicas, saltan chispas
- Emily Stratman: “Sr. Craig, ¿puede atenderme un momento?”
- Craig: “¡No está todo perdido!, aún queda alguien que quiere hablar conmigo. Le presento a la Srta Andersen del Ministerio del exterior. La Srta Andersen está encargada de atenderme durante mi estancia en Estocomo”
- Emily Stratman: “¡Qué agradable trabajo!”
- Srta Andersen: “Gracias por desempeñarlo por mí anoche”
- Srta Stratman: “Con gusto volvería a hacerlo”
- Craig: “¡Podemos ir los tres juntos a almorzar!”
Y por último no puede faltar una referencia al momento cumbre del film, la escena romántica en la habitación con algún guiño al beso giratorio de “Vertigo”.
- ¿Qué está usted haciendo?
- Inspeccionando el ministerio del interior… ¡y yo no quería venir a Estocolmo!
- Esto no estaba dentro del programa
- Usted tiene que estar preparada para situaciones no programadas….