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España España · Miranda de Ebro
Voto de Cocalisa:
10
Drama. Fantástico. Aventuras William Bloom (Billy Crudup) no tiene muy buena relación con su padre (Albert Finney), pero tras enterarse de que padece una enfermedad terminal, regresa a su hogar para estar a su lado en sus últimos momentos. Una vez más, William se verá obligado a escucharlo mientras cuenta las interminables historias de su juventud. Pero, en esta ocasión, tratará de averiguar cosas que le permitan conocer mejor a su padre, aunque para ello tendrá ... [+]
20 de julio de 2007
15 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Y aquel fue el último chiste de mi padre, supongo...”. El finalmente cálido comentario de Wiliam Bloom sobre su progenitor, Edward, viene a reflejar una esperanza de entendimiento entre quienes -queriendo quererse- viven sin embargo una desgarradora incomprensión mutua. Esta persistente dificultad para reconocerse, para aceptarse -tan frecuente en las relaciones entre padres e hijos-, planea en esta magnífica historia de Tim Burton, junto a muchos de los elementos que lo convierten en uno de los grandes creadores cinematográficos: su capacidad para construir universos fantásticos en los que conviven lo onírico con lo realista, los personajes freaks (tan próximos al tradicional “monstruo de feria”) con auténticos héroes que parecen sacados de una antología de relatos clásicos, la belleza formal casi dolorosa con esos sentimientos y situaciones que, por su turbiedad, tienden a ubicarse en el más alejado extrarradio...
Muy probablemente, era Burton el único realizador capaz de elaborar esta espléndida fábula, en una opción considerablemente más acertada que la inicialmente prevista por los productores del film: Steven Spielberg, con Jack Nicholson como protagonista. A su obsesiva y exitosa voluntad de perfección a la hora de recrear mundos (en este caso, un América profunda de mediados del pasado siglo) se suma un romanticismo humanista desbordante. Big fish viene a situarse así junto a la fascinante Eduardo Manostijeras o a aquel retrato tan tierno como irónico de Ed Wood, en las antípodas de la fallida El planeta de los simios, recuperando por tanto la mejor esencia de ese “cuentacuentos” de excepción que es Tim Burton.
Es de justicia apuntar que -como una faceta más del talento del realizador-, éste ha sabido rodearse de un equipo de excepción para trasladar a la pantalla la novela de Daniel Wallace “Big Fish, a story of mythic proportions”. Así, a un guionista, John August, que acertó a elaborar su propio relato con tanta libertad y creatividad como fidelidad al espíritu original de la obra. A productores como Darryl F. Zanuck, Dan Jinks y Bruce Cohen, capaces de alejar de su capacidad de inversión cualquier atisbo de superficialidad en la elección de los elementos narrativos (es significativa, a este respecto, su reconstrucción del maravilloso “Calloway Circus”, en el que integraron artistas de los seis mejores circos tradicionales del oeste americano). A actores en estado de gracia como Albert Finney, Jessica Lange, Ewan McGregor, Billy Crudup, Helena Bonham Carter, Danny DeVito o Steve Buscemi. A un músico como Danny Elfman, una responsable de vestuario como Colleen Atwood o un diseñador de producción tan solvente como Dennis Gassner... Y, junto a ellos, más de siete mil extras y un gato de tendencias suicidas... sumando todos sus esfuerzos para lograr una auténtica joya del realismo mágico.
Cocalisa
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