Desde pequeño cuando se podía alquilar en videocaseteras para mirar películas cada fin de semana. Y si lo veía era por curiosidad, y esa misma surgió por lo de Las brujas dirigido por el inglés Nicolas Roeg y adaptada del libro homónimo escrito por el inglés de orígen noruego Roald Hald. La sinopsis es con un relato que hizo la abuela Helga a su nieto Luke sobre las brujas que no sólo hacen su función global de hacer brujerías y maldiciones sino también hacía cacería a todos los niños que les causaba naúseas, rebotes y asco para transformarlos en ratones. Las describió como amorfas, calvas, manos deformes y pies cuadrados sin dedos. además de que se ponen peluca debido a que tienen piel reseca e irritable, se ponen guantes no importando en qué estación del tiempo se encuentra, y tacones anchos para que no se lastimen sus pies.
Ahí Luke le tocó acatar las precauciones que le recomendó su abuela para que no sea una víctima más de las brujas paidofóbicas. Además de que estuvo apunto de caer en la trampa de una bruja apoyada por una serpiente pero su abuela le llamó la atención y la bruja desapareció. Al celebrar su cumpleaños, su abuela se desmayó y el médico le evaluó su estado de salud al detectarle una diabetes por lo que le recomendó estar en un lugar al nivel del mar y se fueron a un suntuoso hotel administrado por el señor Stringer. Lo que no sabía Luke es que también se hospedaban las brujas con su malévola líder Eva Ernst que era bastante estrictamente cruel y al hacer un Consejo extraordinario en el centro de convenciones del mismo hotel para evaluar su gestión y se emputó con sus pupilas por su bajo desempeño en cumplir la tarea de exterminar todos los niños habidos y por haber en menos de un año. Para que le entendieran su orden y acatarla, Eva se quitó su peluca, sus tacones, sus guantes e incluso su máscara en la cual sintieron el verdadero terror. Quien protestara al no cumplir dicha tarea, la pulveriza. Incluso, Eva saca su carta consistiendo en que sus subordinadas vayan a ofrecerles dulces y chocolates tanto en tiendas o de puerta en puerta, a las buenas o a las malas. Su pócima que los contiene es la 86 con la cual aquel niño que los consuma, se transforma en ratón hediondo. Sin embargo, una de sus pupilas se sublevó debido a que estuvo hasta el cogote con sus humillaciones y se trata de su asistente Irvine que la tiene en sus manos para revertir su maléfica misión y romper el hechizo que le hacen a los niños. Así las cosas, Luke y su amigo Bruno fueron sus víctimas y hasta convencieron a su abuela Helga para buscar la manera de neutralizar a Eva, eso sin contar que Luck cogió la pócima y la vertió en una olla sopera para las huéspedes que toman la crema y les aplicó la cucharada de su propia medicina botando babaza incluida su líder. Los demás huéspedes al ver dicho horror les tocó desertar, y ni qué decir de Luke, Bruno y la abuela Helga.
Elenco muy bueno, así como me llamó la atención del ya renombrado Rowan Atkinson -el mismo Mr. Bean- pero ya con otro rol, más agitado y un poco refunfuñón. Atrapante de principio a fin, curiosidad ilimitada y una trama bien constituida y ni qué decir de Anjelica Huston que con doble voz tanto de mujer dominante y jodida como también de una rata despreciable desempeñó su sobresaliente papel antagónica. Para pasarla en familia y que esas historias genere inquietud, fantasía y mucho más.