Poneros el chubasquero porque viene una lluvia de bilis de las buenas, tiempo hacía que no veía tremenda basura. Un sinsentido tras otro.

Actores planos, sin evolución alguna.

La iluminación en el sitio parece que se han dejado las luces de navidad puestas (sin sentido y mareante). Y en la casa de los informativos igual. ¿Es hacker? Pues nada, te toca vivir a oscuras.

La banda sonora del montón.

Fotografía del montón.

Planos de relleno a diestro y siniestro, normalmente se utiliza este recurso cuando pasan algo importante que te hace pensar; hacia los personajes, en el tiempo, un cambio de localidad… lo que sea.
Esta serie abusa desmesuradamente de este tipo de planos baratos, así porque sí. Si me dijeras que por lo menos son buenos pero no, planos basura para rellenar. Intentan dar dramatismo pero lo que hacen es demostrar una falta total de conocimiento sobre cómo hacer buen cine (o series).
Ha llegado un momento que directamente los pasaba porque es que era repetitivo y denigrante hacia el espectador.

Y luego ya lo que es el argumento de la serie… de mercadillo, cogido con pinzas todo el rato.
Y (me repito) sin sentido. Intenta ser muy filosófica y metafísica pero se convierte en una caricatura de si misma. Es como un niño pequeño queriendo llamar la atención todo el rato. Tramposa, pero de las malas.