¿Qué quería Helena Taberna con semejante casting? ¿puro marketing? ¿reclamo publicitario? Si nos alejamos del atractivo para el público que puede tener el cóctel Sectas/Canarias, Taberna no está pensando en el séptimo arte cuando elige para su película un reparto que incluye a Jon Kortajarena, Ingrid García Jonsson o Goya Toledo. Parece que la estética es más importante que las dotes interpretativas aquí. Parece que pesan más los apellidos que las dotes. Por otra parte, las subtramas engullen a la trama principal y rebajan toda tensión a lo que hubiera sido un buen thriller. El empeño por poner caras conocidas pasa factura y, al final, nada es creíble.

Como elementos positivos, destacar que las pocas premisas que se dan sobre la secta, sí siguen el patrón de lo que dicen especialistas en la materia como Miguel Perlado, lo cual dota de credibilidad a la historia. El problema es, ni más ni menos, que todo lo demás.