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Voto de dem331:
8
7,7
9.502
Drama
Ante la proximidad de la muerte de una de ellas, tres hermanas se reúnen en la vieja mansión familiar. Una vez en la casa, comienzan a recordar el pasado, y cuando la enferma entra en la agonía desvela la parte más oscura y tortuosa de su vida. (FILMAFFINITY)
1 de febrero de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la historia de tres hermanas y una sirvienta.
Agnes esta muriendo de cáncer, y sufre un terrible dolor. Sus hermanas la cuidan pero no son capaces de acercarse a ella emocionalmente. Agnes siempre se sintió alejada emocionalmente de las demás y de su madre.
María (Liv Ullmann) es mas voluptuosa, pero la relación con su marido es fría y distante y busca consuelo en el medico local (Erland Josephson) que si tiene más madurez emocional y, dándose cuenta de que es solamente un escape para ella, acaba rechazándola.
Karin (Ingrid Thulin) no disimula su frialdad emocional y desprecio hacía los demás. Su marido es odioso, un clasista insensible. Ella lo repele mutilándose (me recuerda la escena de la Pianiste de Michael Haneke) y cubriendo su cara con sangre de los cortes hechos con el cristal de la copa que rompió en la cena.
Anna, la sirvienta es la única capaz de acercamiento emocional. Es creyente y reza por la hija que perdió. Consuela con sus pechos y su cuerpo a Agnes, un consuelo animal, pero un consuelo. Acepta la ingratitud de la familia sin inmutarse.
Menos algún momento en el jardín donde se viven las emociones más positivas, las tomas son todas interiores y opresivas, las estancias todas decoradas en rojo y las protagonistas siempre de blanco (menos cuando están de luto). Esto intensifica el motivo principal de la película, un estudio de como la cultura aprendida y heredada impide la consecución de la intimidad con los seres queridos, que, al final, es el único consuelo que nos permite la vida. Este es el mensaje clave de la película, y se entrega de tal manera que al final uno se queda con el corazón encogido, tanto por el sufrimiento de las hermanas como por el reflejo que ello tiene en nuestras propias vidas.
Agnes esta muriendo de cáncer, y sufre un terrible dolor. Sus hermanas la cuidan pero no son capaces de acercarse a ella emocionalmente. Agnes siempre se sintió alejada emocionalmente de las demás y de su madre.
María (Liv Ullmann) es mas voluptuosa, pero la relación con su marido es fría y distante y busca consuelo en el medico local (Erland Josephson) que si tiene más madurez emocional y, dándose cuenta de que es solamente un escape para ella, acaba rechazándola.
Karin (Ingrid Thulin) no disimula su frialdad emocional y desprecio hacía los demás. Su marido es odioso, un clasista insensible. Ella lo repele mutilándose (me recuerda la escena de la Pianiste de Michael Haneke) y cubriendo su cara con sangre de los cortes hechos con el cristal de la copa que rompió en la cena.
Anna, la sirvienta es la única capaz de acercamiento emocional. Es creyente y reza por la hija que perdió. Consuela con sus pechos y su cuerpo a Agnes, un consuelo animal, pero un consuelo. Acepta la ingratitud de la familia sin inmutarse.
Menos algún momento en el jardín donde se viven las emociones más positivas, las tomas son todas interiores y opresivas, las estancias todas decoradas en rojo y las protagonistas siempre de blanco (menos cuando están de luto). Esto intensifica el motivo principal de la película, un estudio de como la cultura aprendida y heredada impide la consecución de la intimidad con los seres queridos, que, al final, es el único consuelo que nos permite la vida. Este es el mensaje clave de la película, y se entrega de tal manera que al final uno se queda con el corazón encogido, tanto por el sufrimiento de las hermanas como por el reflejo que ello tiene en nuestras propias vidas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Hacía el final de la película, Agnes está sentada en un columpio de madera en el jardín con sus hermanas y siente por un instante la vida y el acercamiento a ellas y que ha merecido la pena vivir.
Hay un momento después de la muerte de Agnes en el que María intenta acercarse a Karin, incluso parece ser que sexualmente, ya como medida desesperada, y en el que, después de un rechazo inicial, parece que llegan a conectar emocionalmente. Pero entonces viene la “resurrección” de Agnes, real o imaginaria que parece recordarles que no son realmente capaces de romper la máscara exterior de seguridad que rige sus vidas. Anna si es capaz de escuchar el lamento de la muerta y de consolarla. Al día siguiente el distanciamiento de las hermanas es otra vez total y su ingratitud con Anna patente.
Hay un momento después de la muerte de Agnes en el que María intenta acercarse a Karin, incluso parece ser que sexualmente, ya como medida desesperada, y en el que, después de un rechazo inicial, parece que llegan a conectar emocionalmente. Pero entonces viene la “resurrección” de Agnes, real o imaginaria que parece recordarles que no son realmente capaces de romper la máscara exterior de seguridad que rige sus vidas. Anna si es capaz de escuchar el lamento de la muerta y de consolarla. Al día siguiente el distanciamiento de las hermanas es otra vez total y su ingratitud con Anna patente.