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Voto de Meroe:
7
7,5
537
Serie de TV. Animación. Comedia
Serie de TV (2015-2020). 5 temporadas. 86 episodios. Desde que tiene uso de razón, el sueño de Yukihira Soma ha sido trabajar como cocinero en el restaurante de su padre, Jouichirou, y superarle. Sin embargo, cuando el joven se gradúa en el instituto y ya está preparado para empezar a trabajar... su padre cierra el restaurante para irse a trabajar a Europa. A pesar de ello, Jouichirou le plantea un reto a su hijo antes de partir: ... [+]
20 de julio de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de reconocer que Shokugeki no Soma me ha decepcionado en el sentido estricto de la palabra. Es cierto que es un anime muy entretenido, con una historia de desarrollo rápido y divertido, y además posee ese chispeante y atractivo toque que te hace desear ver el siguiente capítulo. Todo eso es cierto y sin embargo… no es lo que me esperaba. Procuro no empaparme de demasiadas opiniones antes de visionar cualquier serie, pero sí hay un otaku en la red cuya opinión y juicio me han servido como guía en éste último tiempo; y gracias a él descubrí animes tan sumamente interesantes como Rokka no Yuusha, Selector Infected Wixoss y la reciente Mahou Shoujo Ikusei Keikaku. Pues bien, éste chico vende Shokugeki no Soma de una forma apasionada, alegando que sus batallas culinarias poseen una esencia tan emocionante como la de cualquier anime de acción, y con esa atrayente premisa decidí que Shokugeki no Soma sería mi siguiente anime. De ahí mi decepción que, si bien ligera, no deja de ser una decepción.
Ciertamente el gran atractivo de Shokugeki no Soma son las luchas culinarias entre el protagonista y los diversos personajes que se va encontrando en su camino hacia el éxito, y cada una de ellas te mantiene en vilo hasta que Soma finaliza su explicación de cómo ha creado semejante obra maestra de plato que hace que los que los jueces se retuerzan de placer. Y no importa que lleves viendo cada programa de Masterchef desde sus inicios y que por tanto sepas sin lugar a equívocos que solo por su basto emplatado ningún chef de renombre ni profesor aceptaría catar los platos de éste muchacho, y tampoco importa que sepas que es muy poco verosímil cocinar a un nivel tan alto sin tener unas nociones básicas de cocina; que el anime se disfruta igual. La decepción por mi parte ha venido por ese aura de infantilismo y sencillez que envuelve toda la historia.
Al contrario que Yuri on Ice ésta no es una historia humana centrada en los problemas y dilemas de un joven que lucha por llegar hasta lo más alto en su campo superando sus propias barreras. Ni mucho menos. Shokugeki no Soma es una comedia con mayúsculas donde el protagonista es el héroe de la función: valiente, descarado y muy seguro de sí mismo, y desde sus inicios pesa en el ambiente la certeza de que pase lo que pase Soma vencerá a todos sus oponentes y se hará con la gloria. En muchos sentidos me ha recordado a la exitosa serie One Punch Man, con la diferencia de que en éste caso su protagonista me ha caído infinitamente mejor que Saitama.
Yukihira Soma es un joven cocinero que trabaja junto a su padre en el minúsculo restaurante “Yukihira”, que a pesar de su pequeño tamaño atrae a un gran número de clientes dada la calidad de su cocina, y además cuentan con el espectáculo de los juicios culinarios (por llamarlos de algún modo) donde una persona cata dos platos, uno de Soma y otro de su padre, y elige al mejor… y hasta ahora Soma acumula 589 derrotas. A pesar de esos momentos de frustración el chico es muy feliz en su pequeño mundo, y su mayor deseo es convertirse en mejor cocinero que su padre y heredar la dirección del restaurante. Pero su progenitor tiene otros planes para él y le inscribe en la más prestigiosa escuela de cocina de Japón, Tootsuki, donde tan sólo el 10% de cada promoción consigue graduarse. Soma, tan sobrado como siempre, acude con cierto desdén a dicha escuela creyendo que su dilatada experiencia en las cocinas de su padre le impulsarán muy rápido hacia la cima de Tootsuki. Pero pronto se da cuenta de su error. Todos los alumnos son excelentes cocineros, muchos de ellos con un amplio conocimiento de la gastronomía de diversos países -cosa que él ignora por completo- y algunos con tanta o más experiencia que él en restaurantes. El prometedor joven pronto comprende que hacer que un plato tenga muy buen sabor es solo el comienzo. Un cocinero también debe preservar la excelencia de la presentación, el olor que ofrece, respetar el producto con el que trabaja, mantener la mente en un estado de concentración y alerta… en fin, cosas que todos los que vemos Masterchef conocemos como la palma de la mano. En teoría, claro está.
Pero el anime se llama Shokugeki no Soma, es decir, “Las Batallas Culinarias de Soma”, porque se da la novelesca circunstancia de que en ese prestigioso colegio la forma final de terminar con un enfrentamiento entré dos personas (lo cual incluye alumnado, profesores, y demás personal) es con una batalla culinaria. Primero se presentan las demandas de ambos oponentes, después se elige la temática de lo que se va a cocinar y posteriormente los contrincantes cocinan el mejor plato que puedan, el cual es catado por unos jueces -su cifra siempre es impar para evitar empates-; y por supuesto el que pierda se atendra a las consecuencias. Posiblemente ésta fuera una regla establecida por el Consejo de Administración de la escuela, cuyos miembros son los diez mejores cocineros de Tootsuki; ya que de éste modo se aseguraban de conseguir siempre lo que desearan, presionando a sus competidores. Una dictadura que me ha recordado vagamente a la impuesta por Kyruin Satsuki (Kill la Kill). Al igual que en la Academia Honnouji, en Tootsuki también predomina la ley natural de que el pez grande se come al pequeño. Hasta que llegó Soma.
(Sigue en spoiler)
Ciertamente el gran atractivo de Shokugeki no Soma son las luchas culinarias entre el protagonista y los diversos personajes que se va encontrando en su camino hacia el éxito, y cada una de ellas te mantiene en vilo hasta que Soma finaliza su explicación de cómo ha creado semejante obra maestra de plato que hace que los que los jueces se retuerzan de placer. Y no importa que lleves viendo cada programa de Masterchef desde sus inicios y que por tanto sepas sin lugar a equívocos que solo por su basto emplatado ningún chef de renombre ni profesor aceptaría catar los platos de éste muchacho, y tampoco importa que sepas que es muy poco verosímil cocinar a un nivel tan alto sin tener unas nociones básicas de cocina; que el anime se disfruta igual. La decepción por mi parte ha venido por ese aura de infantilismo y sencillez que envuelve toda la historia.
Al contrario que Yuri on Ice ésta no es una historia humana centrada en los problemas y dilemas de un joven que lucha por llegar hasta lo más alto en su campo superando sus propias barreras. Ni mucho menos. Shokugeki no Soma es una comedia con mayúsculas donde el protagonista es el héroe de la función: valiente, descarado y muy seguro de sí mismo, y desde sus inicios pesa en el ambiente la certeza de que pase lo que pase Soma vencerá a todos sus oponentes y se hará con la gloria. En muchos sentidos me ha recordado a la exitosa serie One Punch Man, con la diferencia de que en éste caso su protagonista me ha caído infinitamente mejor que Saitama.
Yukihira Soma es un joven cocinero que trabaja junto a su padre en el minúsculo restaurante “Yukihira”, que a pesar de su pequeño tamaño atrae a un gran número de clientes dada la calidad de su cocina, y además cuentan con el espectáculo de los juicios culinarios (por llamarlos de algún modo) donde una persona cata dos platos, uno de Soma y otro de su padre, y elige al mejor… y hasta ahora Soma acumula 589 derrotas. A pesar de esos momentos de frustración el chico es muy feliz en su pequeño mundo, y su mayor deseo es convertirse en mejor cocinero que su padre y heredar la dirección del restaurante. Pero su progenitor tiene otros planes para él y le inscribe en la más prestigiosa escuela de cocina de Japón, Tootsuki, donde tan sólo el 10% de cada promoción consigue graduarse. Soma, tan sobrado como siempre, acude con cierto desdén a dicha escuela creyendo que su dilatada experiencia en las cocinas de su padre le impulsarán muy rápido hacia la cima de Tootsuki. Pero pronto se da cuenta de su error. Todos los alumnos son excelentes cocineros, muchos de ellos con un amplio conocimiento de la gastronomía de diversos países -cosa que él ignora por completo- y algunos con tanta o más experiencia que él en restaurantes. El prometedor joven pronto comprende que hacer que un plato tenga muy buen sabor es solo el comienzo. Un cocinero también debe preservar la excelencia de la presentación, el olor que ofrece, respetar el producto con el que trabaja, mantener la mente en un estado de concentración y alerta… en fin, cosas que todos los que vemos Masterchef conocemos como la palma de la mano. En teoría, claro está.
Pero el anime se llama Shokugeki no Soma, es decir, “Las Batallas Culinarias de Soma”, porque se da la novelesca circunstancia de que en ese prestigioso colegio la forma final de terminar con un enfrentamiento entré dos personas (lo cual incluye alumnado, profesores, y demás personal) es con una batalla culinaria. Primero se presentan las demandas de ambos oponentes, después se elige la temática de lo que se va a cocinar y posteriormente los contrincantes cocinan el mejor plato que puedan, el cual es catado por unos jueces -su cifra siempre es impar para evitar empates-; y por supuesto el que pierda se atendra a las consecuencias. Posiblemente ésta fuera una regla establecida por el Consejo de Administración de la escuela, cuyos miembros son los diez mejores cocineros de Tootsuki; ya que de éste modo se aseguraban de conseguir siempre lo que desearan, presionando a sus competidores. Una dictadura que me ha recordado vagamente a la impuesta por Kyruin Satsuki (Kill la Kill). Al igual que en la Academia Honnouji, en Tootsuki también predomina la ley natural de que el pez grande se come al pequeño. Hasta que llegó Soma.
(Sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
De hecho la Shokugeki más emocionante tiene lugar al principio del anime, cuando Soma se enfrenta a la poderosa Ikumi Mito, experta en carne, a la que desafía parar mantener en pie un club de arroz del que el Consejo de Administración quiere deshacerse para obtener el local. Para mí éste es el punto cúspide del anime porque ¿cómo va a vencer Soma con su carne en oferta del supermercado a un plato hecho con la pieza de carne más selecta del mundo? Lo hace, ¡y de qué forma tan inteligente y emocionante! Cada detalle de la explicación, cada movimiento de mano, en nada tiene que envidiar a cualquier otra batalla de un anime de acción. Debo reconocer que me encantó.
Sin embargo después de ésta lucha entre los fogones el anime tiende a relajarse en lugar de seguir el ritmo. De hecho a excepción de un reto de Soma a un instructor (y también experto cocinero) para evitar la injusta expulsión de su amiga Megumi no hay ninguna otra batalla culinaria, no una Shokugeki propiamente dicha. La historia sigue, centrándose en el tiempo que disfruta Soma con sus nuevos amigos y las clases donde los alumnos deben enfrentarse a pruebas cada vez más complicadas si no quieren ser expulsados de la escuela, pero no hay ninguna Shokugeki que te mantenga en vilo, con los puños cerrados deseando que llegue la cata y el veredicto de los jueces. En otras palabras, aquello que me vendieron tan solo se ha cumplido en unos pocos momentos del anime, y si bien las diversas pruebas a la que se enfrentan los alumnos son interesantes a mi entender no consiguen igualar esas asombrosas batallas del inicio que prometían una historia emocionante e incansable.
Habrá quien piense que mi opinión viene sujeta por el hecho de que no disfruto la comedia tanto como cualquier otro género en el anime, y no es cierto. Si bien tengo mis gustos personales puedo disfrutar inmensamente un anime cómico. Sin ir más lejos Ansatsu Kyoushitsu y Kill la Kill los considero dos de los mejores animes que he visto, pero si son tan especiales es porque son historias muy cómicas, pero también son algo más: Tienen corazón, que es algo de lo que carece Shokugeki no Soma. Podría haber compensado la falta de sensibilidad con acción (batallas entre los fogones), que de hecho era lo que yo esperaba, pero sinceramente creo que en ese punto se queda lejos de la meta. Y puesto que no ahonda en sus personajes ni en los lazos que hay entre ellos más allá de las obvias apariencias, la historia se convierte en algo demasiado sencillo para mi gusto.
Me ha entretenido, a veces me he reído, incluso me ha despertado el apetito varias veces mientras lo visionaba, pero de un anime espero algo más de lo que me ha aportado Shokugeki no Soma. Es como un buen plato al que le falta aderezo, por lo que no llegas a disfrutarlo del todo.
Sin embargo después de ésta lucha entre los fogones el anime tiende a relajarse en lugar de seguir el ritmo. De hecho a excepción de un reto de Soma a un instructor (y también experto cocinero) para evitar la injusta expulsión de su amiga Megumi no hay ninguna otra batalla culinaria, no una Shokugeki propiamente dicha. La historia sigue, centrándose en el tiempo que disfruta Soma con sus nuevos amigos y las clases donde los alumnos deben enfrentarse a pruebas cada vez más complicadas si no quieren ser expulsados de la escuela, pero no hay ninguna Shokugeki que te mantenga en vilo, con los puños cerrados deseando que llegue la cata y el veredicto de los jueces. En otras palabras, aquello que me vendieron tan solo se ha cumplido en unos pocos momentos del anime, y si bien las diversas pruebas a la que se enfrentan los alumnos son interesantes a mi entender no consiguen igualar esas asombrosas batallas del inicio que prometían una historia emocionante e incansable.
Habrá quien piense que mi opinión viene sujeta por el hecho de que no disfruto la comedia tanto como cualquier otro género en el anime, y no es cierto. Si bien tengo mis gustos personales puedo disfrutar inmensamente un anime cómico. Sin ir más lejos Ansatsu Kyoushitsu y Kill la Kill los considero dos de los mejores animes que he visto, pero si son tan especiales es porque son historias muy cómicas, pero también son algo más: Tienen corazón, que es algo de lo que carece Shokugeki no Soma. Podría haber compensado la falta de sensibilidad con acción (batallas entre los fogones), que de hecho era lo que yo esperaba, pero sinceramente creo que en ese punto se queda lejos de la meta. Y puesto que no ahonda en sus personajes ni en los lazos que hay entre ellos más allá de las obvias apariencias, la historia se convierte en algo demasiado sencillo para mi gusto.
Me ha entretenido, a veces me he reído, incluso me ha despertado el apetito varias veces mientras lo visionaba, pero de un anime espero algo más de lo que me ha aportado Shokugeki no Soma. Es como un buen plato al que le falta aderezo, por lo que no llegas a disfrutarlo del todo.