No sabría como definir esta película porque me ha resultado un poco extraña por lo que pasa pero como, los personajes son muy entrañables, al final tiene hasta su gracia y me ha gustado.

Un hombre en el paro se va en busca de un supuesto tesoro que escondió hace tiempo su amigo vagabundo que acaba de morir y que, según él, está en un jarrón en una casa situada cerca de un puente rojo. Y allí que se va… lo que encuentra no se puede decir aquí.

Lo que más me ha gustado es todo ese desfile de personajes. Yosuke Sasano, el protagonista interpretado muy bien por Kôji Yakusho, va avanzando en la historia y a su alrededor aparecen toda una serie de personajes que le dan en cada momento ese toque extraño (muy friki muchas veces) pero queda todo tan natural que aunque te descoloque, no puedes evitar sonreír.

En realidad es una película costumbrista y te permite conocer los habitantes de ese pueblecito pero como son como son, sorprende, te divierte y pasas un buen rato.

Si te gustan las películas diferentes y un poco surrealistas, adelante con ella.