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Voto de Caith_Sith:
7
Fantástico. Acción. Aventuras Peter Parker lleva una vida muy ocupada, compaginando su tiempo entre su papel como Spider-Man, acabando con los malos, y en el instituto con la persona a la que quiere, Gwen. Peter no ve el momento de graduarse. No ha olvidado la promesa que le hizo al padre de Gwen de protegerla, manteniéndose lejos de ella, pero es una promesa que simplemente no puede cumplir. Las cosas cambiarán para Peter cuando aparece un nuevo villano, Electro, y ... [+]
17 de abril de 2014
14 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
"The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro" es una película completamente amorfa, con un montaje esquizofrénico que pasa de secuencias rotundamente épicas a otras marcadamente íntimas. Y lo sorprendente es que funciona a varios niveles en los que la original, dirigida también por Mark Webb en 2012, ni siquiera soñaba con alcanzar. La secuela del innecesario reboot de hace un par de años por fin se siente necesaria y es más, quizá sea la película sobre el superhéroe más disfrutable de todas las que se han hecho, por su magnetismo e intensidad, por ser divertida y amena, por no desviarse del camino correcto ni pretender cambiar el mundo. Porque en el fondo, es una película que abraza de forma rotunda su condición de pasaratos sin buscar encajar en ese perfil de cine comiquero más serio y oscuro (post-Nolan) marcado por la intensidad.

Lo que Webb hace aquí es equilibrar la parte cómica y la dramática, sin que una anule a la otra, complementándola. Y también sin olvidarse de la espectacularidad cuando así se requiere, algo que ya presenta desde el prólogo del film. Metido un poco con calzador, todo sea dicho (insisto en el que el montaje del film es muy extraño) para justificar de forma algo pobre una subtrama que nunca llega a ser decisiva. Con música prácticamente omnipresente (orquestada o con letra), el film se estructura así como una especie de pieza musical a distintos tonos y alturas, donde hay tiempo para un desarrollo de personajes moderado (la relación entre Peter y Gwen, el reencuentro con Harry, etc.), la presencia de hasta tres villanos (uno principal, otro secundario, y el último una excusa para justificar la tercera parte) y varias secuencia de acción que darían para un análisis por la forma en que adoptan el lenguaje del mundo del videojuego sin ningún reparo. Así, si el montaje podría simular la estructura de viñetas y paso de páginas de un cómic, las batallas (bastante más claras de lo habitual en el subgénero de los superhéroes) tienden un hilo al ocio electrónico.

Esto no es nuevo, y el reciente estreno de "Capitán América: El soldado de Invierno" ya lo dejaba en bandeja cuando su protagonista (Chris Evans) admitió haber usado como base un videojuego para las coreografías de batalla del film. Aquí no me suena haber leído nada parecido, pero está clarísimo que las tomas de Spider-Man moviéndose por la ciudad, con esa réplica casi perfecta de libertad absoluta, los movimientos con anclaje de red, y las citadas batallas, están inspiradísimas en los videojuegos de Activision lanzados en los últimos años. Los combates usan además el 'tiempo bala' de forma sumamente inteligente, con dos funciones específicas: la primera es generar distintos planos de profundidad para sacar provecho del 3D (la he visto en 2D, pero parece algo evidente) y la segunda es mostrar la acción en la medida en la que la veríamo en un QTE de un juego, paso por paso, hasta completar la secuencia. El resultado para alguien que no está muy familiarizado con los videojuegos quizá pueda parecer extraño; no es mi caso.

"El poder de Electro", como decía antes, no renuncia al humor tontorrón del Spidey de los cómics: catchphrases para interactuar con los villanos, o soltadas por éstos, momentos de épica que se rompen con algún gag (una vez más, obra y gracia de este montaje bizarro -en cualquiera de sus acepciones-), etcétera. El resultado es una película amorfa, que alterna muchas cosas pero se las arregla para funcionar, siendo totalmente enérgica. A mí se me ha pasado volando, siendo el film de Spider-Man con el que más he disfrutado en el cine. No el mejor si nos vamos a cómo debe ser una película en un sentido "clásico", pues Spider-Man 2 (Sam Raimi, 2004) es un film más robusto, con personajes mejor desarrollados (aqui Electro, por ejemplo, tiene una motivación absurda) y una estructura más compensada, pero decir que no he disfrutado es mentir de forma rotunda.

Y aunque no haga falta recalcarlo, porque se da por sentado, los efectos visuales de la película son extraordinarios (Electro se lleva la mejor parte) y los actores dificilmente podrían funcionar mejor: Garfield como un Peter Parker fantástico, Emma Stone enamorando con su mirada, DeHaan acojonando como si nada, y Jamie Foxx primero como un torpón empleado (imposible no acordarse de Richard Pryor en Superman III) y posteriormente como un villano de cierta presencia. Si os gusta Spider-Man o las películas comiqueras, echadle un ojo. Si simplemente os gusta el cine, probablemente haya veintemil películas que os vayan a llenar más que este pasaratos hecho, escrito y dirigido con las fórmulas del cine masivo del siglo XXI, con todo lo que esto conyeva. Aquí no hay 'gran cine', pero sí un entretenimiento bien servido.
Caith_Sith
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