Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de paki:
8
Romance. Drama. Musical Alain (Gérard Depardieu) es un popular cantante de salón que vive sólo para sus actuaciones. Marion (Cécile De France) es una joven de 27 años que acaba de llegar a la ciudad, trabaja como agente inmobiliaria, y es madre soltera de un niño de 5 años que tuvo con un hombre al que ni siquiera quería. A Marion la vida no sabe dónde le lleva hasta que conoce a Alain. Él, por su parte, finge que está buscando una casa sólo por pasar el tiempo con ella... (FILMAFFINITY) [+]
30 de septiembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si me pusiera cursi, diría que Alain naufraga todas la noches en el Acuario, pero, además de ñoño, sería falso. Alain Moreau es un cantante un poco gordito, bastante cincuentón, que pinta canas en el sentido más literal de la palabra, y que, tal vez, está un poco aburrido de la vida. Pero es bastante más que una vieja gloria de la canción, porque sigue vivo y activo, cantando cada noche en la discoteca Acuario, que es como un refugio para los que buscan bailar, una pareja, abrazarse o conocerse. Es una labor muy importante, y social, y Alain lo sabe. Lo que pasa es que últimamente canta sus canciones de "amour" y "joie de vivre" sin pasión y sin verdad, porque no está enamorado ni se siente feliz. Hasta que una noche cualquiera aparece Marion...

Si me pusiera cursi, diría que Marion es una sirena varada en el Acuario. Tan bella como triste, distante y misteriosa. Cuando Alain la descubre, en medio de la pista, con su vestido rojo, joven y hermosa, las canciones de amor recobran su sentido. "Faut pas pleurer como ça". Y ella sonrie porque, en ese escenario, Alain es un seductor de voz tierna que dice cosas tan hermosas como irresistibles.

Pero, a la mañana siguiente, a la luz del día, a Marion le parece que Alain Moreau es un hombre gordito, bastante cincuentón, de canas teñidas, que canta canciones antiguas en una discoteca para personas mayores o solitarias. Porque Marion es tan hermosa como problemática y tiene una vida difícil y un hijo a los que atender, y Alain le parece solo un "pauvre diable" pasado de moda. Y nada que ver. A cambio de devolverle el gusto por cantar y por amar, Alain le enseña a "aimer la vie". A disfrutar del momento, a bailar, reír y olvidar los problemas, para disfrutar de la vida. Alain le enseña que se puede cantar para espantar los males, aunque sea llorando, para reírse de uno mismo y de la tristeza. Y si lo consigues para ti y para todos los que te escuchan, no eres una vieja gloria ni un simple "chanteur" sobre un escenario, por muy cutre que parezca, sino un Artista genial.

Gerard Depardieu es Alain Moreau. Y, a la luz del día o iluminado por los focos, es un artista genial. Su voz es grave, tierna, dulce, alegre, nostálgica, sabia o triste. Todo lo que quiera. ¡Y qué bonito suena el francés para arrimarse oreja contra oreja al compañero susurrando cosas que no entiendes pero sí! Lo sé, lo sé, me he puesto cursi, pero es que me encantaría tener un Acuario a la vuelta de la esquina donde hubiera un Alain Moreau para bailar los viernes de madrugada y reirme de los lunes. Y me cantara eso de "tengo mi reumatismo..." y acaba con "no comprendo muchas cosas de hoy día, pero comprendo las que amo y son las que entretienen mi vida..." Eso es tener Arte ¿o no?
paki
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow