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Voto de paki:
10
6,8
32.160
Drama. Ciencia ficción
Justine (Kirsten Dunst) y su prometido Michael (Alexander Skarsgård) celebran su boda con una suntuosa fiesta en casa de su hermana (Charlotte Gainsbourg) y su cuñado (Kiefer Sutherland). Mientras tanto, el planeta Melancolía se dirige hacia la Tierra... (FILMAFFINITY)
30 de noviembre de 2011
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sabía qué me recordaba el cártel de esta película, hasta que lo ví en una de sus escenas. La Ofelia de Millais. Un precioso cuadro prerrafaelista que representa una de esas mujeres bellísimas y extrañas, fascinantes hasta la obsesión, que aparecen en las pinturas de esos artistas, con una atmósfera tan misteriosa como irresistible y hermosa. Y esto no es una pedantería por mi parte, porque confieso que no sé nada de arte, solo de ese grupo de pintores raros, geniales, originales y fascinantes. Igual que tampoco sé nada de cine, pero sé que me gusta Lars von Trier por las mismas razones: es diferente, emocionante, misterioso y sugerente. Y sus películas, como esos cuadros, me fascinan y me atraen por su estética, su fuerza y su esencia con una fuerza casi hipnótica. En esta película la historia tiene como eje a dos de esas mujeres extraordinarias.
Justine es una mujer mágica. Hermosa y diferente. Extraña a todo lo que hay a su alrededor y condenada a vivir con ello. Intenta "normalizarse" con un matrimonio convencional, una carrera profesional y una familia donde sentirse acompañada y protegida, pero no lo consigue. Nada le interesa ni le hace feliz. Tal vez sea eso la depresión o la tristeza. Un mundo que se siente cruel y perverso. Vacío, estúpido y sin sentido. El dolor espiritual de no tener esperanza ni deseos. La necesidad de refugiarse en algún lugar donde no se sufra, tal vez el sueño, o incluso la muerte.
Claire es su hermana y es feliz. Ha conseguido aferrarse a la vida con sus rituales y sus costumbres, ama a su familia y las cosas bellas de las que disfruta. Siente que lo tiene todo, así que es fuerte y cuida a su hermana Justine, tan vulnerable y frágil... hasta que el mundo, tan seguro, normal y firme, empieza a desmoronarse inexorablemente, llevándoselo todo por delante...
Justine es una mujer mágica. Hermosa y diferente. Extraña a todo lo que hay a su alrededor y condenada a vivir con ello. Intenta "normalizarse" con un matrimonio convencional, una carrera profesional y una familia donde sentirse acompañada y protegida, pero no lo consigue. Nada le interesa ni le hace feliz. Tal vez sea eso la depresión o la tristeza. Un mundo que se siente cruel y perverso. Vacío, estúpido y sin sentido. El dolor espiritual de no tener esperanza ni deseos. La necesidad de refugiarse en algún lugar donde no se sufra, tal vez el sueño, o incluso la muerte.
Claire es su hermana y es feliz. Ha conseguido aferrarse a la vida con sus rituales y sus costumbres, ama a su familia y las cosas bellas de las que disfruta. Siente que lo tiene todo, así que es fuerte y cuida a su hermana Justine, tan vulnerable y frágil... hasta que el mundo, tan seguro, normal y firme, empieza a desmoronarse inexorablemente, llevándoselo todo por delante...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El fin del mundo, es decir, de los proyectos y deseos, de los sueños y realidades, de todo lo que tenías, de lo que nunca tendrás, la nada, la muerte... Claire, escapada del cuadro Beata Beatrix, se viene abajo, incapaz de soportar el cataclismo de perderlo todo y no poder proteger a su hijo, mientras que Justine que no tiene nada y por eso es libre y no tiene miedo, será la que les enseñe a encontrar el refugio interior y la paz, y cerrar el círculo de aprender a vivir y a morir.
Pero hay que verlo porque no se puede describir la belleza, el misterio y la fascinación de esas imágenes. Y de esa música… Y la vista nocturna de un paisaje de otro mundo, iluminado por dos luces inmensas, hermosas, poderosas, terribles y perfectas. Iba a poner “fascinantes” pero lo he puesto demasiadas veces, aunque ¿cómo puedes llamar a algo que te atrae irresistiblemente sin poder evitarlo?... tal vez, Melancolía…
Pero hay que verlo porque no se puede describir la belleza, el misterio y la fascinación de esas imágenes. Y de esa música… Y la vista nocturna de un paisaje de otro mundo, iluminado por dos luces inmensas, hermosas, poderosas, terribles y perfectas. Iba a poner “fascinantes” pero lo he puesto demasiadas veces, aunque ¿cómo puedes llamar a algo que te atrae irresistiblemente sin poder evitarlo?... tal vez, Melancolía…