Opera prima y de lejos la mejor película de John Singleton. Nunca se ha tocado el tema de los barrios afroamericanos con tanta certeza y convicción como en esta película. A través de un potente y crudo drama nos muestra cómo vivían los afroamericanos de los años 80 y 90, donde los niños sin figura paterna alguna estaban condenados al fracaso y a la muerte.

Es imposible no ser indiferente a estos temas que hasta el día de hoy siguen existiendo, donde la pobreza no discrimina razas y que sin una buena formación y educación, cada día que vives es un milagro inexplicable.

Los pilares de la película fueron dos cosas: un guión perfecto y actuaciones impecables, donde sobresalen Angela Bassett (Reva Styles), Ice Cube (Doughboy), Morris Chestnut (Ricky), Laurence Fishburne (Furious Styles) y sobre todo Cuba Gooding Jr. (Tre Styles).