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Voto de CHIRU:
7
6,9
781
Drama
Rosetta, una joven adinerada, después de intentar suicidarse en un hotel de Turín, conoce a Clelia, una vecina de habitación a la que confía todos sus problemas. Clelia es una joven de origen humilde que pretende abrir en la ciudad un negocio de moda. (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2019
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Esta película fue estrenada en España, concretamente en Barcelona, en 1969; es decir, 14 años después de su estreno mundial. Con este dato, huelga decir de lo sustancioso de su argumento, que pasaré a detallar a posteriori, no sin antes hacer una breve introducción a la obra modernista de Antonioni.
Repleta de frases que pueden llegar a pasar a la posteridad, “en Roma la gente quiere gastar poco y aparentar mucho. En Turín, la gente gasta mucho y quiere aparentar poco. Es disciplina social”, la sede escogida para esta reflexión social, pre Dolce Vita, es Torino. La Piazza San Carlo o el Ponte Umberto son algunos de los escenarios que se usan de forma natural para la magnificencia extramuros de la obra. También un Torino de posguerra, de barrios humildes, zonas populares, gente corriente…
Repleta de frases que pueden llegar a pasar a la posteridad, “en Roma la gente quiere gastar poco y aparentar mucho. En Turín, la gente gasta mucho y quiere aparentar poco. Es disciplina social”, la sede escogida para esta reflexión social, pre Dolce Vita, es Torino. La Piazza San Carlo o el Ponte Umberto son algunos de los escenarios que se usan de forma natural para la magnificencia extramuros de la obra. También un Torino de posguerra, de barrios humildes, zonas populares, gente corriente…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero no es corriente la gente que protagoniza este film y, en especial, las 5 amigas que dan título a la película, y que pasaré a detallar.
Mariella es la amiga ligera, la que se va con todo, la que no tiene escrúpulos para disfrutar del sexo en cualquier parte, amor libre (en 1955, ojo), Una personalidad forjada, quizá, desde un nido ultraconservador que mostraba en exceso la manzana del paraíso, situada (es un suponer) en un cuadro en plena sala de juegos de la niña. Huelga decir que, al crecer la principessa, esa manzana se multiplicó y pasó a ser el motivo de vida.
Momina es la arpía. Sin ningún tipo de escrúpulos, solo le interesa el dinero, la ostentosidad, el lujo, por encima de los sentimientos. Las personas le interesan poco. Su jardín de infancia lo imagino lleno de juguetes caros, a la última, con criada, poco contacto sincero con los progenitores. Una adolescencia de caprichos, lujos y “non stop”. Capaz de decir cosas como: “En el fondo, cuando tengo algún lío, quisiera contárselo a mi marido… Será porque en el fondo aún le quiero”. Lo dicho, una arpía.
Rosetta, la débil, de familia de posibles, tuvo una buena educación. Pero nunca le enseñaron a recibir un no por respuesta, al fracaso, a lo imposible. Jamás recibió un piropo, de ahí que el ser retratada le llevara al éxtasis, imposible de poder digerir para su analfabetismo sentimental.
Clelia, la empresaria, una turinesa que emigró a Roma en busca de las castañas. Más en contacto con el menos hipócrita sur de “la bella Italia”, forjó una personalidad independiente, que no necesitaba hombres ni ostentar. Trabajadora, formal, con sentimientos… Es lo mejor de la película, la esperanza de que no es un esbozo misógino de Antonioni.
Nene, la artista, triunfadora en la vida, estable, de familia feliz y con valores, con el don del arte, que tiene la mala suerte de juntarse con un hombre, Lorenzo, que no asume que su parienta es mil veces mejor que ella, lo cual no le hace a él peor, sino diferente. De ahí que busque otras fuentes donde beber… Malditas infidelidades.
Lo mejor de la película, a mi entender, es la secuencia de 48 segundos, desde 22.20 a 23.08, en el bar, antes de pedir las croquetas de arroz.
Mariella es la amiga ligera, la que se va con todo, la que no tiene escrúpulos para disfrutar del sexo en cualquier parte, amor libre (en 1955, ojo), Una personalidad forjada, quizá, desde un nido ultraconservador que mostraba en exceso la manzana del paraíso, situada (es un suponer) en un cuadro en plena sala de juegos de la niña. Huelga decir que, al crecer la principessa, esa manzana se multiplicó y pasó a ser el motivo de vida.
Momina es la arpía. Sin ningún tipo de escrúpulos, solo le interesa el dinero, la ostentosidad, el lujo, por encima de los sentimientos. Las personas le interesan poco. Su jardín de infancia lo imagino lleno de juguetes caros, a la última, con criada, poco contacto sincero con los progenitores. Una adolescencia de caprichos, lujos y “non stop”. Capaz de decir cosas como: “En el fondo, cuando tengo algún lío, quisiera contárselo a mi marido… Será porque en el fondo aún le quiero”. Lo dicho, una arpía.
Rosetta, la débil, de familia de posibles, tuvo una buena educación. Pero nunca le enseñaron a recibir un no por respuesta, al fracaso, a lo imposible. Jamás recibió un piropo, de ahí que el ser retratada le llevara al éxtasis, imposible de poder digerir para su analfabetismo sentimental.
Clelia, la empresaria, una turinesa que emigró a Roma en busca de las castañas. Más en contacto con el menos hipócrita sur de “la bella Italia”, forjó una personalidad independiente, que no necesitaba hombres ni ostentar. Trabajadora, formal, con sentimientos… Es lo mejor de la película, la esperanza de que no es un esbozo misógino de Antonioni.
Nene, la artista, triunfadora en la vida, estable, de familia feliz y con valores, con el don del arte, que tiene la mala suerte de juntarse con un hombre, Lorenzo, que no asume que su parienta es mil veces mejor que ella, lo cual no le hace a él peor, sino diferente. De ahí que busque otras fuentes donde beber… Malditas infidelidades.
Lo mejor de la película, a mi entender, es la secuencia de 48 segundos, desde 22.20 a 23.08, en el bar, antes de pedir las croquetas de arroz.